La apuestas a las hidrovías y la mirada hacia Brasil

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Uruguay apuesta al potencial de la navegación fluvial para el desarrollo de nueva logística que permita mayor crecimiento. A las bondades de la conformada por los ríos Paraguay y Paraná, se le suma el proyecto de hidrovía binacional con Brasil de las lagunas Merín y De los Patos.

El gobierno manifestó desde su inicio la intención de potenciar las vías navegables; apuntó al río Uruguay, pero un viejo proyecto para las lagunas Merín y De los Patos, avanza a buen ritmo El potencial de los ríos para el impulso del comercio es algo que ningún país puede perder de vista; sin embargo, las grandes bondades que tiene la región parecen no estar aprovechadas en su totalidad, en particular Uruguay. Muchas veces por falta de infraestructura, otras por trabas burocráticas de los países, las hidrovías del sur del continente no tienen el desarrollo que los expertos aseguran que pueden tener.

Asuntos económicos, políticos y medioambientales se entremezclan entre los intereses públicos y privados, pero el empuje de la carga, de la necesidad de comercio, mantienen vivos estos cursos de agua que son fundamentales para una logística competitiva y para un crecimiento de la producción como exige el mundo; en especial a estas latitudes, fértiles para proveer de alimentos a los mercados internacionales. A esta altura, el desarrollo ya no es solo en materia de commodities, sino que los beneficios de una buena logística, de un transporte con costos razonables, han permitido un agregado de valor a las mercaderías de la región. Uruguay conoce bien la importancia de ser un polo estratégico entre dos gigantes, por historia y por presente, y lo fundamental de tener conexiones desde y hacia afuera del continente. Con los puertos de Nueva Palmira y Montevideo como salida de la hidrovía Paraguay-Paraná, Uruguay ha sabido captar cargas de países como Paraguay y Bolivia, pero no sin tener que superar escollos que no dependen de sí, sino de la voluntad de la política de turno de la región. Lo que está claro es que el país ya lleva muchos años apostando a la logística, a ser un polo de distribución, y que ha diseñado proyectos y políticas para lograrlo. Hoy, sin dejar de prestar atención a la hidrovía Paraguay-Paraná, Uruguay mira cómo aprovechar más sus ríos y piensa en una hidrovía del río Uruguay y en otra con Brasil, conformada por las lagunas Merín y De los Patos. En esta última se ha venido avanzando en los últimos tiempos, más allá de que el proceso ya lleva unos 15 años. En esto hay coincidencias de ambas partes, públicos y privados uruguayos y brasileños están de acuerdo con desarrollar esta vía, que permitiría la conexión fluvial con el puerto de Río Grande y otros puertos brasileños. Para ello es que toma vuelo el proyecto de puerto Tacuarí, a pocos kilómetros de la desembocadura de este río en la laguna Merín. Una terminal allí potenciaría la zona noreste de Uruguay, haciendo viable la producción en tierras que hoy están lejanas (en materia de costos) a los puertos de salida. De esta manera, se han mancomunado esfuerzos de privados y autoridades para que, en el futuro cercano, la conexión fluvial sea una realidad. En este sentido, declaraciones sucesivas de representantes de los gobiernos de los dos países han ido en el sentido del impulso a la idea. En su momento, el subsecretario de Transporte y Obras Públicas de Uruguay, Juan José Olaizola, aseguró que el proyecto conforma la estrategia de reducción de costos logísticos establecida por el gobierno nacional y que “todos los actores” coinciden “en la voluntad de dar impulso a esta iniciativa de ganar-ganar para ambos (países) y generar las condiciones necesarias para la navegación”. Por su parte, el gobierno brasileño decidió que el estudio de factibilidad de la obra de dragado que debe hacerse en su territorio, sea recibido en la embajada uruguaya en aquel país (ver página 6 y 7), lo que ha sido visto como un gesto significativo por las autoridades uruguayas. Tras ser recibido, el proyecto se entregó a las autoridades brasileñas y, en esa ocasión, la cuenta de Twitter del Ministerio de Infraestructura norteño publicó: “Un nuevo paso para la concesión de la hidrovía de la Laguna Merín, en Río Grande del Sur. Los estudios del proyecto ya fueron entregados al gobierno brasileño. El ministro de Infraestructura (Marcelo Sampaio) recibió el material de manos del embajador de Uruguay, Guillermo Valles”. Para Brasil es un proyecto menor dentro de su universo, pero Uruguay puede aprovechar esta vía para desarrollar una de las zonas más pobres del país como lo es el noreste. En ese sentido, Guillermo Valles aseguró que a esa zona lo que le falta para poder desarrollarse es tener una buena logística de salida de mercaderías, lo que le permitirá ser más productiva y crecer en servicios e infraestructura. Al respecto Sampaio sostuvo que Uruguay y Brasil están unidos por “lazos históricos, económicos y culturales” y que lo que se busca es que “esta vía fluvial funcione y que la región fronteriza, especialmente en el sureste de Río Grande del Sur y el noreste de Uruguay, prospere”.  www.elobservador.com.uy

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