Ya lo hemos dicho pero lo repetimos: el puerto de Rosario, en la República Argentina, ha sido beneficiado con la derogación de la Disposición 1108. – Los decretos emitidos por los burócratas, como siempre a favor del pueblo y de la soberanía, no arrojan nunca beneficios y sí generan perjuicios. La Disposición 1108 es un típico desacierto comercial reñido con los negocios. Pero hablemos de Rosario, ese hermoso puerto y bella ciudad que no se merecía el despropósito que le hicieron con tal decreto. Desde el punto de vista portuario hay que tener en cuenta que un contenedor de Rosario tiene tres vías de salida para la exportación: 1) Puertos de Brasil, como están trabajando en la actualidad; 2) Puerto de Buenos Aires, si hubiera una buena línea de bandera (que no la hay) y un ágil manejo de barcazas en el puerto de Buenos Aires sin demoras ni sobrecostos y sin cambio de terminales; y 3) Montevideo, que dejó de ser una posibilidad con esta disposición cuando se prohibió que las cargas de exportación originadas en puertos argentinos sean transbordadas en puertos de países que no tengan acuerdos de transporte marítimo de cargas con nuestro país, caso Uruguay. Por lo tanto la vuelta atrás con la Disposición 1108 vuelve a posicionar al puerto de Montevideo como una alternativa de salida para el puerto de Rosario. Desde el Enapro, consideran positiva la derogación de la Disposición 1108 “ya que si bien con Brasil se está trabajando bien, los costos de trabajar con Uruguay son más reducidos, se hace en menos tiempo y todo sale como por un tubo. Y esto es válido también para los exportadores de fruta y pescado de los puertos del sur de la Argentina.- (El País)