EBITDA retrocedió 54% por la reestructuración y el resultado se vio afectado en US$141 millones. Maersk Container Industry, pese al cierre de su planta en San Antonio hace cerca de ocho meses, incrementó sus ingresos en un 7% en 2018 por concepto de contenedores reefer -que eran los que se producían en Chile- debido a la mayor demanda de clientes de terceros. Sin embargo, las ventas en contenedores dry disminuyeron 24% debido a menores precios de venta y menores volúmenes, informa La Tercera. En su reporte, la compañía informó que su EBITDA se vio afectado por la reestructuración. Este pasó de US$87 millones en 2017 a US$40 millones en 2018, lo que significó una caída de 54%, que se explica, por la evolución negativa en la rentabilidad de los contenedores dry y a los costos de reestructuración en Chile de US$18 millones. “Los precios del acero se mantuvieron altos en 2018 pero que, sin embargo, esto no se reflejó en el aumento de los precios de venta, lo que llevó a márgenes comprimidos”, comunicó Maersk. En tanto, el margen EBITDA finalizó en 4,1% (8,6%), con márgenes en contenedores dry que disminuyeron significativamente, mientras que los contenedores y servicios reefer mostraron un aumento impulsado por los mayores ingresos, detallaron en Maersk.
El cierre de la fábrica en Chile en junio castigó los resultados en US$141 millones. “Maersk Container Industry decidió consolidar la fabricación de contenedores refrigerados en las instalaciones de Qingdao, China, y abandonar completamente el negocio de contenedores dry”, fue lo que comunicaron respecto a su salida de San Antonio. Asimismo, Dongguan, China, cerró en el cuarto trimestre de 2018, ya que se anunció a principios de este año que la fábrica no volvería a abrir después de un período de inactividad planificado. “Además de los costos de reestructuración de US$18 millones con efecto en el EBITDA, el cierre en Chile dio lugar a la reducción de activos por US$141 millones, incluida la reducción de inventarios”, precisó la empresa. https://www.mundomaritimo.cl
