Las pertenencias expoliadas de los soldados del navío Salvador en Uruguay serán subastadas en mayo

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El reparto entre el ministerio de Defensa y los caza tesoros repugna a la comunidad científica y supone un fraude de ley contra la protección del patrimonio. Desgraciadamente, cuando los cazatesoros llegan a un acuerdo con parte de un gobierno, la historia acaba pagándola la sociedad, que seiste impotente a la pérdida del patrimonio. En Uruguay, tras siete años de advertencias desde ABC y después de haber publicado cómo el ministerio de Defensa y los cazatesoros se iban a repartir los despojos del navío Salvador, naufragado en Punta del Este, nuestros peores temores se cumplen. Habrá una subasta en mayo, en Montevideo, en la que se venderán los objetos personales de los náufragos, que son soldados españoles del batallón de la Albuera, olvidados por los dos gobiernos, el español y el uruguayo, mientras solo los defienden los arqueólogos y amantes del patrimonio asociados en el Grupo en Defensa del Patrimonio de Maldonado. Y siempre contarán con la ayuda y la solidaridad de ABC y de tantos científicos que nos animan a seguir en esta reivindicación de memoria y dignidad por los soldados cuyos restos flotan toda vía, desde hace doscientos años, a pocos metros de profundidad, frente a la playa Mansa. Olvidados y, ahora además, subastados.

Publicamos un artículo enviado por Claudia Luzardo, portavos del citado grupo, en el que relata pormenorizadamente cómo se ha podido llegar a este oprobioso final para un patrimonio tan valioso, sentimentalmente, y digno de otro final, que no la subasta.

Naufragios en Costas Uruguayas

En un imperdible viaje en el tiempo a las tumultuosas costas uruguayas de comienzos del siglo XIX, sorteando pamperos y sudestadas, luchas imperiales y guerras independentistas, la casa Zorrilla anuncia un nuevo capítulo en sus tradicionales subastas de temática histórica: más de dos mil piezas rescatadas de los naufragios de dos de los más legendarios navíos que, desde Trafalgar hasta el banco Inglés, hicieron época .

AL RESCATE SOCIAL DE NUESTRO PATRIMONIO SUBACUÁTICO

En el año 1992 los buzos Héctor Bado y Sergio Pronczuk denunciaron ante la Prefectura Nacional Naval el hallazgo de dos pecios en la bahía de Maldonado: el navío HMS AGAMEMNON, barco de guerra inglés de 64 cañones que había naufragado en la parte norte de la Isla Gorriti un 16 de junio de 1809 y el navío SALVADOR barco mercante español cuyo destino era el transporte de tropa hacia la plaza fuerte de Montevideo, hundido un 31 de agosto de 1812 donde perdieron la vida más de 500 personas.

Ante la necesidad de desarrollar un proyecto de carácter arqueológico, ­ambos particulares se pusieron en contacto con el Dr. Mensun Bound del Intituto “MARE” (Maritime Archaeological Research) de la Universidad de Oxford [atención: sin embargo MARE abjura ya desde hace años, desde 2000, de la ética de Mensun Bound, que ha estado implicado en el proyecto del Galeón San José de Colombia, y que mintió en su currículum]. Bound, luego de una visita al sitio en marzo de 1994, presenta ante la Comisión Nacional de Patrimonio, un proyecto de investigación de los pecios de la Bahía de Maldonado en el que se prevén cuatro fases para el trabajo, las dos primeras sin alteraciones de los sitios y las dos últimas de muestreo y excavación. La Comisión de Patrimonio resuelve autorizar la ejecución de la Fase 2 del proyecto presentado por el Dr. Bound en la medida que los permisarios cuenten con un arqueólogo que, en forma permanente, pueda hacerse responsable de las operaciones previstas. “Esta responsabilidad es aceptada por el Dr. Antonio Lezama en noviembre de 1995 quien coordinando con el Dr. Mensun Bound y un equipo traído especialmente de Inglaterra realizan el relevamiento entre 1995 y 1997. En base a dicho informe y bajo la responsabilidad del Dr. Antonio Lezama se presenta el proyecto de rescate de las embarcaciones que fue aceptado por la Comisión Nacional de Patrimonio y estuvo a su cargo hasta el año 1999 en que este último renuncia por discrepancias de criterios técnicos con los permisarios.

Empiezan los repartos

Luego de 1999 la responsabilidad arqueológica en el sitio es asumida por el Dr. Atilio Nasti siendo que el rescate de objetos se realiza hasta el año 2002 en que se suspende por razones económicas. Para el rescate de ambos pecios, los permisarios firmaron un contrato con la Armada Nacional en representación del estado uruguayo donde se estipuló un porcentaje del 50 y 50 por ciento para cada parte de todo lo que fuera extraído ambos barcos. Del pecio del navío Salvador se encontraron 7 cañones de bronce, con inscripciones que atestiguaban su fabricación en Santo Domingo de Soriano (en Soria España) en el año 1801. “A lo que se agregó una gran cantidad de equipamiento militar : mosquetes, sables, balines de plomo, piedras de chispa etc. Además de armas, elementos de bronce, botones y otros vestigios de adornos de las vestimentas se encontraron lozas, cerámicas, botellas de vidrio, algunas de ellas intactas con su contenido original. La cantidad y calidad de vestigios sumergidos, sumados a la poca profundidad y facilidad de acceso desde la costa) a escasos metros de la orilla de la playa Mansa, con el peligro de depredación que esto implicaba llevó a que la Comisión de Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación, aprobara, por primera vez, un proyecto de rescate arqueológico de una embarcación hundida. De esta manera se reunió una interesantísima colección que comprendía desde los cañones de bronce ..hasta la “bijouterie” pasando por copas, vasos, botellas con vino, cuchillos, monedas, instrumentos de navegación, zapatos, fragmentos de loza y cerámica.” “Por otra parte, del pecio del navío HMS Agamemnon se extrajo un gran cañón de hierro de 3.31 mts de largo por 0.57 a 0.44 mts de diámetro de 24 libras siendo sometido a un tratamiento electrolítico en la Prefectura Nacional Naval de Montevideo. Además de ello se extrajo el sello del Almirante Nelson y otros objetos. (1) Estos bienes, que forman parte del Patrimonio Arqueológico Subacuático Nacional estuvieron bajo el más absoluto secretismo durante un período de casi 20 años, desconociéndose su paradero por la sociedad civil no solo su ubicación sino también su estado material, salvo el cañón del HMS Agamennon que fue exhibido en el Museo Naval de Montevideo y uno de los cañones bronce del Salvador que permaneció dentro de las instalaciones de la Armada en el puerto de Montevideo sin tener acceso público.

Lo que la ley preveía no era eso

En el año 2006, el estado uruguayo dicta un decreto del Poder Ejecutivo 306/2006 promulgado el 4 de setiembre del 2006 por el cual se suspende todos los permisos de búsqueda y rescate a particulares (artículo 1) los cuales no podrán ser autorizados salvo para fines netamente científicos que cuenten con la aprobación previa de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación (artículo 4).

El año 2000 había comenzado a funcionar en la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República el primer grupo especializado en investigación de Arqueología Subacuática, que luego de instalado el edificio universitario del Cure Maldonado en el 2009 surge como Centro de Investigaciones de Patrimonio Costero CIPAC de alto nivel académico que sigue trabajando hasta nuestros días y al que se le autorizó por disposición de la Comisión Nacional de Patrimonio la investigación y el relevamiento de todos los pecios existentes en la bahía de Maldonado.

Grupo de hallazgos que hizo el reparto

El 26 de abril del año 2017 por una resolución del Ministerio de Defensa de ambigua legalidad, se crea un grupo de trabajo que según la misma resolución venía realizando tareas desde hacía cinco años, este grupo de trabajo estaría integrado por el Asesor del Ministro Escribano Rúben López, el Jefe de la Oficina de Trámites de Buques Hundidos (TRABU) Capitán de Fragata (CP) Jorge Bertrand, el Asesor Letrado de la Prefectura Nacional Naval (Asela) Doctor Matías González, con el asesoramiento de dos buzos profesionales integrantes de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación Licenciado en Arqueología Valerio Buffa y el Curador en Arqueología Subacuática Alejo Cordero.

Este grupo se denominó “Grupo Coordinador para Hallazgos, Pecios y Materiales Arqueológicos” ( GCH PEMA) estableciéndose en dicha resolución que el objetivo principal de dicho grupo sería “coordinar la ejecución de trabajos relativos a hallazgos, pecios y materiales arqueológicos en todo el territorio de la República Oriental del Uruguay donde tenga jurisdicción el Ministerio de Defensa, por intermedio de cualquiera de sus unidades ejecutoras o dependencias y la culminación de los expedientes existentes relativos a contratos de búsqueda y rescate realizados con particulares conforme al artículo 15 del Decreto ley 14.343 del 21 de marzo de 1975 y su decreto reglamentario 692/986 del 28 de octubre de 1986,

Los objetos reaparecen en las peores condiciones

En este contexto y al amparo de la resolución reseñada, en el mes de abril del 2018 esta comisión acuerda con los permisarios Sergio Pronzuk y los sucesores del permisario Héctor Bado la división de todos los objetos extraídos de los navíos HMS AGAMENON y SALVADOR que desde 1997 se desconocía su paradero por la sociedad civil.

De esta división de bienes patrimoniales no se hace una comunicación pública sino en el Boletín de las Fuerzas Armadas. Un boletín de carácter meramente interno. Esta resolución de abril del 2018 determina que el estado uruguayo opta por el lote 1 de los dos lotes que fueron formados con los objetos rescatados por los propios permisarios, quedando al estado salvo los dos cañones mencionados con la mayoría de los objetos en peores condiciones.

Según esta resolución, con lotes totalmente desiguales y objetos depreciados, el Estado pierde gran parte de su patrimonio arqueológico subacuático en manos de representantes que en forma secreta acordaron por todo el pueblo del Uruguay. En ningún momento se citó a la academia ni a los técnicos de la Universidad para determinar el estado de las piezas a repartir, ni verificar el estado de conservación de los objetos a pesar de que el Cure Maldonado cuenta con técnicos especialistas y un laboratorio de recuperación de material arqueológico catalogado como el mejor de América Latina.

Si bien Uruguay no ha suscripto hasta la fecha la Convención de Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático celebrada en Paris en octubre del 2001 las actividades realizadas por la Comisión descripta violan todos los principios de protección del Patrimonio Cultural Subacuático además de normas legales y decretos reglamentarios que las regulan, incluso la normativa internacional fijada en la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del Mar de 1982 (UNCLOS) ratificada por nuestro país que en sus artículos 149 y 303 establece a sus estados partes la obligación de proteger el Patrimonio Cultural Subacuático. Donde quedaron las normas nacionales de regulación y protección de este patrimonio para las generaciones futuras!, donde quedó la protección del acervo nacional no renovable, donde quedo que el Estado en la medida de sus posibilidades debía generar una política de investigación, preservación y difusión del Patrimonio Cultural Sumergido para que la sociedad destinataria de esa herencia histórica cultural pudiera conocerla y transmitirla.

Contra la ley

Entendemos que la actitud de la comisión referida no solo atento contra la legislación nacional vigente, en especial contra la protección constitucional, los tratados internacionales suscriptos y respecto a los no suscriptos como la Convención de Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático violó sus principios internacionales que deben ser ingresados a la legislación nacional por analogía. Este acuerdo va en desmedro de la protección del patrimonio cultural, de todos los habitantes de Maldonado y del país. Ante el conocimiento de este reparto a espaldas de la comunidad, integrantes del Grupo en Defensa del Patrimonio de Maldonado y de la sociedad civil promovimos una acción judicial a fin de pedir informes al Ministerio de Defensa Nacional y al Ministerio de Educación y Cultura sobre el destino, estado y ubicación, de estas piezas patrimoniales, solicitando informe a la Oficina de la Unesco en Uruguay, a la Universidad de la República Cure Maldonado y la Dirección General de Aduanas en un proceso judicial que se viene tramitando desde hace más de un año con muy pocas o nulas respuestas. En el día de ayer el Grupo en Defensa del Patrimonio de Maldonado toma conocimiento mediante una nota pública en Facebook, que dichas piezas arqueológicas que rondan en el número de 2000 serán rematadas próximamente en el mes de mayo del 2021 por la casa de Antiguedades Zorrilla según versa la propia publicación. Un patrimonio que pertenece a Maldonado y forma parte de su historia va camino a perderse y dispersarse ante la mirada pasiva de las autoridades. Por Dra. Claudia Luzardo. 

Nota: (1) Escritos bajo el Mar Antonio Lezama

  https://www.abc.es/

2 COMENTARIOS

  1. Quisiera que el artículo surja como fue publicado en ABC con Linck y comentarios en celeste que pertenecen al diario y no a la autora del texto.
    Respuesta: si se refiere a este link en celeste (MARE abjura ya desde hace años, desde 2000, de la ética de Mensun Bound, que ha estado implicado en el proyecto del Galeón San José de Colombia,), ya ha sido corregido. No fué intencional el error.

  2. Aplauso. Excelente decisión la del remate . El país podrá quedarse con parte del patrimonio y los museos extrajeros que lo deseen , comprar el resto . Las expediciones hay que financiarlas , al igual que en pocas de expolio colonial lo hacía España. Si en España ahora finalmente tienen inquietud por los despojos , que vayan a recuperarlos; ya saben cómo.

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