Pocas competencias pueden darse el gusto de sacar pecho, como la Regata “Meseta de Artigas – Paysandú”. Y credenciales no le faltan a la competencia más importante del país, que organiza anualmente el Yacht Club Paysandú: lleva 68 ediciones al hilo, sin ninguna interrupción,
manteniendo el lugar de su desarrollo.
Es todo un clásico, y edición tras edición queda en claro. Esta vez fueron 48 los veleros de diferentes puntos del país, de Entre Ríos, Junín y Mendoza, los que se sumaron para escribir una nueva página dorada en la rica historia de la competencia.
Fueron dos etapas apasionantes, con un río que corrió de manera intensa beneficiando a los regatistas. La primera, desde una Meseta de Artigas colmada de público, hasta arroyo Malo tras 35 kilómetros de regata. Y la segunda, teniendo como destino final a las costas sanduceras, luego de los últimos 51 kilómetros.
La competencia fue intensa, más rápida de lo previsto si se tiene en cuenta que la primera etapa fue ganada por el concordiense “Too Match”, que llegó cuando el reloj marcaba las 13.38 del viernes, luego de que las embarcaciones iniciaran a las 11.30 la travesía.
Y la historia se repitió con la etapa final, que fue presenciada por un marco importante de público, que palpitó el último tramo de la competencia que, en el agua, tuvo como ganador al “Too Match”, que se llevó la cinta azul destinada al velero más rápido en el agua.
Poco a poco los veleros fueron arribando a la línea de meta. Y luego fue tiempo de esperar por el tiempo corregido, que le permitió finalmente al sanducero “Repunte VI” quedarse con el título de la regata más importante del Uruguay.
“Por suerte tenemos acá esta regata, y ganarla es importante para cualquier tripulación. Es impresionante”, dijo Andrés Bulanti, propietario del barco vencedor.
Es que la “Meseta – Paysandú” sigue sumando credenciales, importancia, al punto que en los últimos años se ha transformado en una regata sumamente competitiva, de excelente nivel.
El sábado por la noche, en la cena de entrega de premios, se brindó el reconocimiento a los ganadores, a los vencedores de cada serie, y este año también al mejor Match 30, una clase que está creciendo significativamente en el río Uruguay. Y, en este caso, la distinción fue para el sanducero “Zig Zag”, de Diego Wulf.
La competencia llegó a su fin. Pasó la versión 68º, escribiendo una página más que importante en esa historia que comenzó con una aventura entre amigos y el homenaje a Artigas en la Meseta. Y que, año a año, se transforma en leyenda.
EL TELEGRAFO
