Cualquier instalación en la región tiene que resistir las temperaturas más extremas. En la Antártida hay numerosas bases científicas. Los argentinos poseemos la Base Marambio por ejemplo. Uruguay, desde 1984 posee también una base permanente. Recientemente junto con Novasol integraron una instalación solar para poder resistir las temperaturas de hasta menos 90 grados y vientos de 200 km por hora. Uruguay, de la misma forma que lo hace Argentina, podrá realizar las investigaciones ecológicas sin ningún tipo de problemas y de una forma que contemple el cuidado de los 14 mil kilómetros cuadrados de territorio congelado. Gracias a las soluciones solares de ABB podrán garantizar sustentabilidad. www.mundotkm.com
