La firma Katoen Natie quiere otros 30 años y negocia con las autoridades. La empresa belga Katoen Natie pretende extender por 30 años más la concesión que posee de la única terminal especializada de contenedores del puerto de Montevideo. A través de Terminal Cuenca del Plata (TCP) —el socio minoritario con el 20% es la Administración Nacional de Puertos (ANP)— ya tiene la concesión hasta 2031 y negocia con el Poder Ejecutivo la ampliación. En ese marco arribó al país una delegación de empresarios y autoridades de Bélgica —incluida la princesa Astrid—, que ayer tuvieron diversas actividades y reuniones (ver aparte). Una de ellas fue un encuentro en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) con el titular de esa cartera, Víctor Rossi, el presidente de la ANP, Alberto Díaz, y otros jerarcas.
El CEO en Uruguay de la compañía belga, Karl Huts —hijo de Fernand Huts, CEO global de Katoen—, dijo ayer a El País que están «en plenas negociaciones» con el gobierno y que quería «mantener reserva» sobre lo conversado. Una fuente de la empresa explicó que se aspira a renovar el contrato vigente y que se mantengan condiciones similares a las acordadas en 2001. «Hay una cláusula de renovación y en ese marco estamos negociando», reconoció y aclaró que no se presentó «una propuesta formal» al gobierno sino que «le pusimos sobre la mesa nuestra idea» de ampliar el plazo de la concesión.
«No entramos en detalles aún; es sencillo (propusimos) plazo, monto y qué tipo de inversión (pretende hacer Katoen Natie), no debería ser larga la negociación», añadió. Un integrante del Poder Ejecutivo dijo a El País que es el gobierno quien «tiene la pelota» para responder al planteo de la empresa belga y que el plazo por el que se renovará la concesión «dependerá» de la inversión que se comprometan a realizar en el recinto portuario. Si bien no quisieron manejar aún cifras, desde Katoen señalaron que ya invirtieron «US$ 90 millones por encima de lo que exigía el contrato original» y que se comprometerán a volcar otra cifra millonaria para obras en la terminal capitalina. De hecho, ayer se inauguró una inversión extra de US$ 10 millones que realizó Katoen Natie en el Centro Logístico Polo Oeste, un área de más de 70.000 metros cuadrados de depósitos ubicada en los accesos a Montevideo, que es parte de una sociedad que formó con el Frigorífico Modelo. Una fuente de la ANP comentó que el atractivo que tendrá a futuro el puerto de Montevideo es que pasará a ser la única terminal junto a Santos (Brasil) con un canal de acceso con 14 metros de profundidad —el proyecto forma parte del Plan Maestro de la ANP y fue aprobado a principio de mes por la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP)—, lo que permitirá recibir barcos de mayor calado.
El mismo informante planteó dudas acerca del interés de la empresa belga en invertir en la terminal cuando acapara únicamente la mitad de la operativa portuaria y el registro ha ido en baja en los últimos años. Pero, desde Katoen respondieron que «no hay relación directa entre la baja del movimiento (de contenedores) y las utilidades del negocio». El proceso de negociación entre Katoen y el gobierno comenzó de forma atípica. Es que en mayo de 2017 la empresa belga anunció que ponía en venta sus negocios portuarios en Uruguay, una decisión que causó malestar en el gobierno ya que la ANP no había sido informada; luego en enero de 2018 suspendió ese proceso de venta argumentando que la propuesta que presentó la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC) de construir una nueva terminal especializada de contenedores afectaba sus intereses. En principio esa suspensión era temporal hasta que la ANP decidiera acerca del proyecto, pero MSC retiró la propuesta en marzo y Katoen nunca retomó la venta, sino que informó al gobierno que aspiraba a renovar la concesión. «Katoen Natie nos hizo, después de la suspensión de la venta, una oferta de prorrogar su concesión en tiempo. Yo no sé si es porque han revisado la venta o porque pretenden vender con más años de concesión. De cualquier manera, estamos conversando y estamos en idas y vueltas sobre las condiciones que podrían llevar a que se le ampliara el tiempo de la concesión. Eso implicaría la necesidad de una importante inversión como contrapartida», dijo el ministro Rossi a principio de mes al programa Todo Pasa de Océano FM. Según supo El País, si hay un acuerdo para extender el plazo de la concesión Katoen se mantendría al menos en el mediano plazo en el país, pero si no logra su objetivo en los próximos meses retomará la idea de vender su negocio. «No podemos entrar en una negociación de largo plazo», expresó una fuente. Ya en 2012 el gobierno y la compañía de servicios portuarios habían negociado una extensión del plazo de la concesión, pero no habían llegado a un acuerdo.
Queja por demora del acuerdo con UE y posible inversión
En rueda de prensa tras la inauguración de la nueva infraestructura, el CEO en Uruguay de Katoen Natie, Karl Huts, dijo que «Uruguay no es el mayor mercado pero sí uno lindo con mucho para hacer». En ese sentido, señaló que «para Uruguay la historia es sencilla, si hace las cosas bien tiene muchas oportunidades porque a veces los países linderos no las hace bien». Como un ejemplo de las cosas que no se realizan correctamente en la región, el ejecutivo mencionó el tratado comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que se negocia hace años aún sin éxito. «Hace tanto tiempo que está sobre la mesa y todavía no estamos ante una firma inminente», protestó. En un evento a la mañana, el belga Pieter de Crem, Secretario Federal de Estado encargado del comercio exterior, dijo que su gobierno «respalda» el acuerdo, que será «una base fuerte para unas relaciones estables e inversiones mutuas» entre ambos países. El funcionario del gobierno belga subrayó que «nuestras compañías pueden y quieren tener un rol clave en Uruguay y ofrecemos al país un acceso privilegiado al mercado europeo». Por otra parte, Huts informó que Katoen «no descarta» un proyecto que presentó tiempo atrás a las autoridades para hacerse cargo en el Área Metropolitana de aquella basura que no puede reciclarse, transformándola en energía mediante combustión. «La oferta sigue firme, estamos a disposición para hacer una inversión importante (luego la estimó en unos US$ 150 millones) pero todo arranca con una decisión del gobierno que debe establecer un marco legal para organizar el reciclaje», manifestó el CEO de la firma belga. El Paìs