Activistas de Greenpeace arrojan piedras al Mar del Norte para impedir la pesca de arrastre

0
758

Miembros de la organización ambiental Greenpeace lanzaron rocas de granito de tres toneladas al Mar del Norte de Alemania para tratar de impedir la pesca de arrastre, una actividad que pone en grave peligro a la vida marítima del lugar. Métodos destructivos de pesca, como la pesca de arrastre de red profunda cerca del fondo del mar, agotan las reservas de platija y lenguado cerca del filón externo de piedra de Sylt, logrando dañar al filón mismo, una tierra que sirve como alimento para criaturas como las focas comunes y grises. El filón de piedra, un área protegida por la Unión Europea, es similar a un arrecife de coral pero hecho de roca, y está localizado en una de las Islas Frisias del Norte de Alemania, cerca del estado de Schleswig Holstein y de Dinamarca. “La población de marsopa de puerto es una de las especies más amenazadas de ballena y delfín en Europa y darle protección a este animal es uno de los objetivos principales de la conservación de esta área”, afirma Greenpeace. La organización exige a Alemania y a la Unión Europea hacer cumplir una prohibición de la pesca pesada de arrastre en el área protegida. La Oficina alemana para la Protección de la Naturaleza está en conversaciones con los pescadores para detener estos métodos destructivos de pesca. Los pescadores alemanes han condenado las acciones de Greenpeace, afirmando que las rocas podría dañar los barcos arrastreros, poniendo en peligro la vida humana.

Acuerdos truncados

“Creemos lo que han hecho es ilegal y arriesga las vidas de los pescadores”, dijo Peter Breckling, secretario general de la Asociación de Pesca de Alemania. Breckling negó que los pescadores alemanes usaran redes en el área e insistió en que el filón no corrió ningún peligro. El Greenpeace negó que sus acciones puedieran poner en peligro a la vida marina del lugar. “Tenemos un conocimiento muy claro de esto y colocamos las piedras al lado del viejo filón, ampliándolo eficientemente. No hay ningún daño”, explicó el activista Iris Menn. La Oficina alemana para la Protección de la Naturaleza convino que el movimiento no causó ningún daño ecológico, pero expresó su preocupación ya que esto podría dificultar sus conversaciones con los grupos de pesca. “Mi temor es que cuando estábamos cerca de alcanzar un acuerdo con los pescadores, la campaña de Greenpeace no ayuda al diálogo”, dijo Henning von Nordheim, director científico de la Oficina para la Conservación de la Naturaleza Marítima. Von Nordheim afirma que los pescadores británicos, holandeses, daneses y alemanes son activos en el área, lo que representa un problema para el filón. La Comisión Europea ha abogado por mucho tiempo para poner frenos a la pesca de arrastre, que implica el arrastramiento de una red en forma de cono en el fondo del mar, pero llegar a un acuerdo ha sido muy difícil. https://www.elmundo.es/

DEJA UNA RESPUESTA