The World tiene 165 “apartamentos” que valen entre US$ 1.5 y US$ 7.5 millones.
Imagine desayunar con una exploradora y documentalista que resulta ser la nieta de Jacques Cousteau. O escuchar una conferencia a bordo del Premio Nobel de Física Shuji Nakamura. Imagine despertar un día en una isla exótica y al otro en una de las grandes capitales del mundo. Imagine ser dueño de un apartamento flotante que vale entre 1.2 y 7.5 millones de dólares…
Antes que nada, debe imaginar que es multimillonario. Como los 250 pasajeros que llegarán dentro de un mes a Punta del Este a bordo del crucero de súper lujo The World, que hace dos años recaló por primera vez en el balneario.
“A fines de febrero habrá por primera vez en Punta del Este un crucero que se quede 4 días y 3 noches. Se trata de un barco que tiene características similares a las de un edificio: son apartamentos, cada uno con su propietario. Y en reuniones de copropietarios, todos los años deciden a qué destino ir”, explica a El País el encargado del puerto de Punta del Este, Carlos Ferreira.
Esto ocurre en momentos en que la terminal marítima vive un repunte en este tipo de operativa, después de una temporada realmente mala. “En 2013, Punta del Este llegó a tener 115 escalas de cruceros y el año pasado tocó un piso de 52. Este año comenzó a repuntar”, señaló el vocero del puerto.
“El fenómeno se dio por la situación financiera del Cono Sur, la aparición de mercados más competitivos en el resto del mundo, como el caso de Cuba, China y Asia, donde los costos de los cruceros son más bajos que los nuestros”, explicó Ferreira.
“Además, Punta del Este se vio afectado por una decisión que fue buena para el país: que la compañía Costa Cruceros comenzó a hacer embarque y desembarque de pasajeros en Uruguay. Pero eso solo lo puede hacer con el buque en muelle, por lo que opera solamente en Montevideo. Así fue que sacó casi 20 escalas que tenía en Punta del Este”, agregó.
La temporada de cruceros en Punta del Este empezó el 29 de octubre y se extenderá hasta el 28 de abril. Hay 70 escalas previstas, 23 de las cuales ya se han cumplido; solo una se canceló por mal tiempo.
Cada crucero debe pagarle al puerto US$ 6 por pasajero, en base a una declaración jurada, aunque no todos bajen tierra. Si se suspende la escala por mal tiempo y no opera, el puerto se queda sin cobrar. En promedio, estos grandes barcos traen unos 2.900 viajeros.
1.000 puertos.
El barco residencia The World, que también recalará en Montevideo, ha estado en 150 países y ancló en casi 1.000 puertos desde su viaje inaugural, en mayo de 2002. Es el mayor yate privado del mundo y se lo conoce como “el crucero de los millonarios”.
Cuenta con 165 apartamentos ocupados por unos 250 residentes de 40 países. Y la tripulación supera a los dueños de casa: está integrada por 260 personas. El perfil de los pasajeros es de una edad media de 52 años, procedentes principalmente de EE.UU. y Europa. También hay de Australia, de países asiáticos y sudafricanos.
Algunos viven todo el año a bordo, aunque la mayoría lo utilizan como destino vacacional durante tres o cuatro meses al año. También transporta inquilinos, que pagan desde US$ 1.200 por noche en las habitaciones más económicas. Los que están siempre a bordo no están eximidos de pagar impuestos, porque las reglas del buque los obligan a tener también una residencia en tierra.
El transatlántico navega continuamente, haciendo escala en los destinos durante más tiempo que los cruceros tradicionales, lo que permite a los pasajeros explorar las localizaciones de forma más relajada.
Mientras navegan, los viajeros pueden disfrutar del tipo de comodidades habituales en un crucero de estas características: desde seis restaurantes diferentes a gimnasio, salón de billar, simulador de golf, boutiques, piscina, spa y una cancha de tenis tamaño reglamentario, la única con estas características a bordo de un barco. Del mismo modo, existe un supermercado y una cava, por si los viajeros prefieren cocinar en sus apartamentos.
Sala de cine, biblioteca y actuaciones musicales completan la oferta de ocio, junto con clases y talleres sobre temas tan variados como buceo, baile, golf, idiomas, cocina, artesanía, imagen digital y música. También es posible hacer safaris fotográficos entre los delfines y tomar un kayak y salir a remar cuando el barco se encuentra cerca de la costa.
El Mundo tiene un sitio en Internet (en inglés). También una página en Wikipedia, que aporta otros datos: fue armado en el astillero noruego de Fosen Mekaniske Verksted, en Rissa y finalizado en 2002. Tiene 12 cubiertas y su construcción costó 380 millones de dólares.
En un principio se pensó que no se llegarían a vender o arrendar los 165 apartamentos; sin embargo, desde hace tiempo no hay disponibles.
ResidenSea Ltd. es la compañía, con base en Miami, que vende, promociona, opera y administra The World.
Más novedades.
El 10 de febrero empezará a operar en Punta del Este una nueva compañía, la Alteza Cruises, que va a unir los puertos de Buenos Aires, Mar del Plata, Montevideo y Punta del Este, quedándose una noche en el balneario. La firma tiene la perspectiva de operar todo el año.
Este viaje se puede hacer desde US$ 662 por persona en cabina interna hasta US$ 1.400 en una Premium Suite. El barco es el ACL Delphin, un pequeño crucero categoría 3 estrellas, renovado por última vez en 2012, que estuvo en casi todos los océanos. Sus rutas lo han llevado a destinos populares en los mares del Norte y del Báltico, en las Azores, Islas Canarias y el Caribe. Y su casco reforzado para hielo incluso le permite paseos por Groenlandia y la Antártida.
Obras que inauguraron en esta temporada
El puerto de Punta del Este realizó distintas obras que fueron inauguradas esta temporada. Una de las más visibles es una pasarela que debajo tiene talleres, depósitos, vestuarios y servicios higiénicos. “Es una zona que no es deseable de ver. Entonces, quedó hundida. Y recuperamos todo un mirador para las personas. También había un problema de seguridad y en parte de la rambla pusimos una reja perimetral. Y la parte de los baños se hizo toda nueva”, explica Carlos Ferreira.
“En la escollera, tuvimos que reconstruir casi 90 metros de infraestructura que se había socavado. También se incorporó un nuevo pontón para la operativa de cruceros en el muelle C. Porque cuando hay diferencias de marea, el barco que lleva a los pasajeros queda muy debajo del muelle y eso no les permite subir”, agregó.
El puerto llega hoy al 100% de ocupación
Hasta ayer el puerto de Punta del Este tenía 90% de ocupación en sus amarras deportivas y 100% en la guardería portuaria, con una lista de espera de casi 60 embarcaciones.
“Son porcentajes similares al año anterior, aunque se destaca que ya no hay lugar para los de gran porte”, señaló a El País el vocero del puerto, Carlos Ferreira.
Para hoy está previsto el arribo de la regata Rolex Circuito Atlántico Sur, con 70 embarcaciones que vienen del puerto de Buenos Aires.
Esto hará que deban retirarse varios buques para liberar amarras. “Y dependemos del tiempo, porque si llega a haber mal tiempo, los barcos se tienen que ir igual y los otros tienen que llegar”, comenta Ferreira. Por eso, entre hoy y la semana próxima el puerto alcanzará el 100% de ocupación.
La capacidad total en Punta del Este es de 520 amarras y de 300 espacios en guardería con una eslora promedio de 8 metros. Entre esas 520 amarras, 90 barcos están a borneo, es decir anclados en las boyas lejos de los muelles.
El más grande es el velero Pink Gin, que tiene 57 metros de eslora. Su valor supera ampliamente los US$ 100 millones. Llegó el 11 de diciembre y se irá hoy. Se trata de un barco nuevo, construido en astilleros finlandeses, que fue botado el año pasado y llegó desde el varadero del puerto de Mallorca.
El costo de la amarra toma en cuenta el tamaño de la eslora (largo) de la embarcación. Punta del Este cobra $ 304 diarios por metro de eslora. Un barco promedio de 15 metros paga por día $ 4.566, más agua y energía eléctrica.
En borneo, cuesta la mitad: $ 2.281, pero allí no tienen energía eléctrica ni agua potable.
