Con respecto a los mercados para el salmón chileno, el empresario dijo en entrevista con La Tercera que “el crecimiento de Brasil ha estado muy por sobre lo previsto en los últimos 10 años y el 2017 debiera continuar con su tendencia”.
México y Colombia también son mercados atractivos para Chile, así como Rusia. En tanto, Europa “es cautivo de los noruegos”, por lo que allí se debe trabajar más en la búsqueda de “nichos de mercado de salmón congelado con formatos con valor agregado, con cortes específicos, porciones precisas”.
Japón sigue siendo un mercado con una demanda sólida y en China hay un potencial inmenso, pero la presencia chilena todavía es muy baja.
Consultado sobre el nuevo reglamento sanitario que entrará en vigor este año, Puchi cree que si bien puede contribuir al crecimiento del sector, le restará competitividad.
“Enfrentamos una competencia internacional que no da tregua y si nos quedamos con un modelo de producción donde mucha de nuestra actividad diaria va a estar condicionada a los permisos, a las aprobaciones de distintos funcionarios públicos en diferentes estamentos y con distintos criterios, nos vamos a volver no competitivos”, dijo a La Tercera.
“La nueva norma hará más difícil el crecimiento de la industria y no podemos terminar en un sistema donde el Estado nos defina todos los detalles de cómo y dónde producir”, agregó.
En este sentido, manifestó su esperanza de que haya una nueva generación de normas que conduzca a la industria hacia un modelo más competitivo en el ámbito internacional.
En cuanto al nivel de producción, señaló que debe ser determinado por la autoridad técnica, pero recalcó que “cuando Chile produce volúmenes que exceden las 650.000 toneladas de salmón, se evidencian mayores brotes de enfermedades y mayor uso de antibióticos”.
Con respecto a la producción de 2016, estimó que la industria cerrará ese año con una producción cercana a las 700.000 toneladas.En cuanto al desarrollo futuro de la industria, Puchi considera que con la permanente evolución tecnológica será posible explotar nuevas áreas, hoy no asignadas para cultivo marino. Es probable que sean zonas más oceánicas, más expuestas, y que van a requerir inversiones y tecnologías distintas a las actuales.
Para el presidente de AquaChile, “la posibilidad de desarrollar la actividad en nuevas áreas permitiría liberar aquellas que hoy representan conflictos o contingencias sanitarias o ambientales”.
En respuesta a la pregunta de si la industria salmonicultora chilena debe ir más al sur, a la Región de Aysén (XI región), Puchi destacó que esta región tiene un potencial importante, pero su principal limitación “es la escasa infraestructura y la falta de mano de obra”.FIS
