«Cortaron por lo más fino, que fue el de impedir que la gente pobre fuera a llenar el bolso con comestibles al otro lado del río —como siempre ocurrió—, mientras que en las camionetas 4×4 que pasan por el puente de Salto Grande no se ve lo que ingresa de la Argentina», dijo el empresario. Y agregó: «Somos una empresa que cumplimos un servicio social, y no de ahora. Esto viene de la época de mi bisabuelo que la fundó en 1912». -Sancristóbal describió los distintos impuestos que demandan un desembolso anual de $ 66.000 a Prefectura; otros $ 11.000 mensuales para el BPS; 128 dólares para el Banco de Seguros; $ 4.500 para Migración, más otro canon que es de $ 128 por viaje. «Dejamos de cumplir con los servicios los sábados, domingos y feriados porque es imposible pagar más impuestos», acoto.
Sancristóbal señaló que movilizar la embarcación para cubrir la línea entre los puertos de ambas ciudades del litoral le implica el consumo de 25 litros de gas oil. «Hay días que no desquitamos ni el combustible pero tenemos que ir porque hay personas que trabajan del otro lado y no tienen otro medio de transporte, o turistas que quieren utilizar este medio por placer», indicó. – (Noticiasuy)