RESCATE EN MALDONADO EVIDENCIA LA NECESIDAD PARA LA ARMADA DE CONTAR CON DISPOSITIVOS APROPIADOS

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(Javier Bonilla)Impresicindible para la Armada incorporar sistemas de vigilancia costera VTS, buques OPV y helicópteros adecuados.El reciente salvataje de tres pescadores deportivos en aguas fernandinas- con casual final feliz casi exclusivamente debido al calor imperante- pone en el tapete, aunque fue exitoso, que la Fuerza, utilizando al máximo sus escasos recursos, demuestra su extrema falta de medios y la necesidad de aggiornarse para lo cual también debe mejorar ostensivamente su forma de relacionarse con la opinión pública e interlocutores varios.Si el naufragio hubiera sido en un otoño algo duro, estos tres rescatados no se salvaban y quizá ni aparecían. Sin embargo, de existir un dispositivo de vigilancia costera VTS (cadena de radares ,sensores varios, centrales meteorológicas automáticas, y otros ítems, distribuidos entre Barra del Chuy y Nueva Palmira, cubriendo alrededor de los primeros 45 kilómetros de aguas territoriales alrededor de la costa, incluyendo canales de acceso y navegación), se hubiera advertido técnicamente que la embarcación se apartaba de su ruta anunciada hacia mar abierto, habiéndose procedido en consecuencia e interrumpido el nuevo curso de la misma inmediatamente, así como, meses atrás, la Armada se habría alertado inmediatamente de aquel carguero que, al garete, se precipitó sobre la isla Gorriti, bastante antes del accidente…..Asimismo, el desplazamiento de una fragata (la ROU 01), de una lancha PS-44, de una unidad de la siempre presente ADES, de la muy eficaz salida del Beechcraft B-200 A 872 – con el que se produjo el hallazgo de las víctimas- hubiera dado lugar al pronto rescate a cargo de un helicóptero mediano con su respectiva grúa, de los que la Aviación Naval carece y caso cerrado en 90 minutos. Si el incidente hubiera sido mayor y en aguas más profundas, la permanencia de un medio moderno y rápido de patrulla-como las ya preseleccionadas unidades alemanas- en nuestro litoral oceánico, también facilitaría ulteriores decisiones.Así como para la Fuerza Aérea es esencial renovar sin dilaciones toda su modesta y vetusta flota de combate, para la Armada Nacional estas aspiraciones náuticas, aeronáuticas y de sensores son imprescindibles y no sobra el tiempo, sino que se precisan- guste o no- decisiones inmediatas. Sin embargo, nuestros marinos, aun teniendo eventuales buenos relacionistas públicos, no se distingue por transmitir una buena imagen ni la urgencia en la necesidad de cubrir ciertas carencias, para beneficio del país.Es cierto que, al margen de los múltiples avivados que lucran recordando de forma enfermiza la dictadura, la Armada se ha visto involucrada en diversos casos de corrupción (aunque algunos fueron simple transposición de recursos para cumplir con algunos programas desfinanciados), no mayores- recordar ANCAP o PLUNA- ni más frecuentes que en otras dependencias estatales. Asimismo, malas acciones por parte del Ministerio de Defensa-especialmente estimuladas por dudosos asesores en tiempos de Rosadilla- en torno, justamente, a la adquisición (suspendida tras diversos contactos dudosos) del citado sistema VTS. Las mismas apuntaron a aconsejar la compra de dos dispositivos inadecuados, cuya instalación en otras latitudes terminó en escándalos: el hoy abandonado Finmeccanica Selex Lyra 50 – cuya falta de potencia y sobrefacturación, enjuiciada penalmente en Italia y Panamá casi acaba con el gobierno de Martinelli en este último país- y otra opción obsoleta de la estatal israelí Elta, suspendido judicialmente su uso en Italia por aspectos técnicos generadores de contaminación en su entorno, cuyos representantes habrían llegado a firmar pre acuerdos secretos en dependencias presidenciales durante el período de Mujica. mientras, decenas de ejecutivos internacionales pasaban visitando el país. El desgaste y el desprestigio internacional lo pagó la Armada….Igualmente, cierto protagonismo no asesorado en el Ministerio de Defensa (sin recursos para esa compra), en lo atinente a la obtención de helicópteros generó similares resultados, altamente perjudiciales a la operación, cuyas consecuencias terminó sufriendo la Aviación Naval, aún sin helicópteros y absolutamente empobrecida, si bien el arma pudo establecer algún abanico básico de unidades a ser consideradas como el AW-139, el nuevo Airbus H-175 o el Bell 412 EPI, todos impulsados por el sencillo motor canadiense P & W PT-6 de abundante difusión nacional. En este caso, además, si Uruguay desistiese de ciertas tontas posturas “bolivarianas” o “unasurianas” podría beneficiarse de aparatos cedidos o vendidos a bajos precios por naciones occidentales amigas.Pase lo que pase, la Armada debe modificar su percepción por parte de todos los públicos a los que apunta, desde el político- ministerios y Parlamento incluidos- hasta los proveedores, la prensa o la ciudadanía, para que no sea percibida como una organización endogámica y la dependencia militar más parecida a un ente autónomo, a la que escrachan en los diarios (a veces exagerada o injustamente) porque hasta hace poco barría todo para adentro, aunque no valiera la pena. La tarea es, nada menos que decirle al país, que si no tenemos un VTS, helicópteros de rescate y patrulleros oceánicos, además de mejoras tecnológicas varias (mejorar las comunicaciones- el tema NAVTEX que se procesa junto a ANTEL con una lentitud escandalosa- y la logística) el país no solo no va a poder defender ni siquiera tímidamente sus próximas 350 millas náuticas marítimas, sino ni siquiera su faja costera, y que en 18 meses, sus puertos e Hidrovías mal guarnecidos perderán valor así como aumentarán sus costos operativos haciendo perder un punto de PBI al Uruguay, o sea miles de empleos menos, ecuación que puede empeorar ante cualquier accidente mayor en nuestras aguas. ¡Es mucho más que la suerte de la Armada!EL TORO PORTAL (Paso de los Toros)

 

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