Por el Prof Dr. Edison González Lapeyre
En la década de los 40 del siglo pasado, en CX 42 Radio Acreimlam, existía una audición cuyo locutor se hacía llamar Cupertino Rompeolas y que se iniciaba con la frase “Luces y sombras la vida del hombre”.- Y ese aforismo es aplicable también a los gobiernos. Personalmente he criticado duramente la grotesca gestión del Señor Sendic en ANCAP que le ha costado al país un dineral que estamos pagando todos los uruguayos con el combustible sobrevaluado y con impuestos que cada vez más van a gravar nuestra debilitada capacidad contributiva. En mis comentarios críticos también me he referido al disparatado proyecto del puerto de aguas profundas en Rocha y al inviable del famoso gasoducto. También he criticado, la ineficacia del aparato policial, la crisis en la educación y, recientemente, la violación de los derechos humanos de los discapacitados en dos situaciones realmente indignantes. La primera se llevo a cabo en los meses de abril y mayo pasado cuando, en forma inconsulta y sin la planificación adecuada, se dispuso el traslado de los no videntes del local donde han estado casi toda su vida procurando rehabilitarse, me refiero al Tiburcio Cachón, con una ocupación de 70 días por parte de estos discapacitados para evitarlo que resultó infructuosa, frente a la arrogante actitud de la Ministra de Desarrollo Social Maestra Marina Arismendi que se negó, terminantemente, a dialogar con los cieguitos. La segunda ha tenido que ver, en los últimos días, con el caótico, festinado y negligente traslado de 16 discapacitados graves de la Aldea de la Bondad de Salto, dispuesta por el MIDES y por las autoridades del INAU, en un avión de la fuerza aérea, a Montevideo que de, alguna manera, incidió en la muerte de tres de ellos y en la internación hospitalaria de dos más.
Estas son las sombras, pero también hay luces. No sería noble, ni leal, no mencionar algunos aspectos positivos de la gestión de este gobierno, en particular, referidos a cuestiones en los que he estado involucrado a lo largo de mi vida. En particular creo conveniente destacar lo que se está haciendo con los canales de Martín García y con el dragado del Río Uruguay,.
Con respecto al primer punto, en el año 1990, en momentos en que me desempeñaba como presidente de la delegación uruguaya ante la Comisión Administradora del Rio de la Plata (CARP), consideré conveniente analizar la posibilidad de que prosperase una iniciativa dirigida al dragado conjunto de los canales de Martín García. A esos efectos, le solicité hiciera el sondeo correspondiente ante la autoridades de su país al delegado argentino Capitán Horacio Salduna, que tenía acceso fluido, con el Presidente Menem y que, en poco tiempo, me dio una respuesta positiva. Con esa información, solicité la autorización correspondiente al Presidente Dr. Luis Alberto Lacalle Herrera para efectuar un planteo en ese sentido, quien, también, muy rápidamente, a través del Canciller Gros Espiell, me habilitó a proceder en ese sentido. Sobre esa base redactamos, con el Capitán de Navío Angel Antoniello, la propuesta que presenté el 30 de julio de 1990, la que, en la siguiente sesión del plenario de la CARP, fue aprobada y se inició un proceso que tuvo también como protagonistas a los que me sucedieron en la titularidad de ese cargo, el Dr. Juan Carlos Paysée y el Embajador Adolfo Castells. Luego de 4 notas reversales y a un proceso licitatorio complicado, se procedió al dragado los canales de Martín García alcanzándose el ancho de solera y la profundidad requerida de los mismos en poco tiempo, asegurando la navegación de los mismos en condiciones adecuadas, por cerca de una década, hasta que los desaguisados del Embajador Bustillo y la torpe decisión del Canciller Almagro que entendió que esos canales podían ser dragados y mantenidos con el equipamiento de ambos países, lo que fue un fracaso total, generaron un enorme deterioro de esa importante vía de navegación. Afortunadamente, el actual gobierno designó presidente de la delegación uruguaya ante la CARP al Dr. Felipe Michelini quien, rápidamente, se abocó a buscar una solución al abandono que estaban experimentado esos canales y logró el acuerdo con la delegación argentina para promover un proceso licitatorio que culminó con la adjudicación de las obras a la empresa Boskalis que de manera muy eficiente está realizando el dragado a tal punto que ha anunciado que culminará la etapa 1, relativa a la recuperación del diseño, antes de lo previsto . Cabe pues felicitar al Dr. Michelini y a la delegación que preside, por los resultados que están alcanzando para el dragado y mantenimiento de los canales de Martín García tan importantes para el desarrollo del puerto de Nueva Palmira y otras terminales portuarias del Río Uruguay.
Y la segunda notica positiva tiene que ver, precisamente, con este curso fluvial. Como ha informado el prestigioso periodista de asuntos marítimos, Emilio Cazalá, la draga para fondos duros de nombre “Kaerus”, de la empresa Ian de Nul, ya está dragando el paso Montaña y terminada esa tarea, procederá al dragado del canal de Casa Blanca.– Con respecto a este último emprendimiento, en la década de los 90 cuando me desempeñaba como presidente de la delegación uruguaya ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), recogiendo lo que se proponía por el diario sanducero El Telégrafo, en reiterados editoriales, me interesé en estudiar la posibilidad del dragado del canal de Casa Blanca. Este canal próximo a la costa uruguaya y ubicado aproximadamente a unos 30 kilómetros al Sur de Paysandú, era y es una alternativa muy conveniente al tramo del Río Uruguay donde se encuentran los pasos de Vera, Urquiza y Almirón que reciben enormes cantidades de sedimentos y obligan a un dragado casi permanente. El canal de Casa Blanca una cantidad mucho menos de esa clase de depósitos, pero requería un dragado costoso por tener suelo rocoso en un tramo del mismo.
Para la presentación de una propuesta en ese sentido, fuimos con el Capitán de Navío Daniel Barthe, varias veces, a efectuar sondajes y analizar la dinámica de las corrientes en ese canal y, autorizado por el Señor Presidente Dr. Julio María Sanguinetti, promoví, en el año 1996, el régimen de consulta previsto en los artículos 7 y siguientes del Estatuto del Río Uruguay para habilitar la realización de esa obra.– En definitiva, la CARU, luego de estudios encomendados a técnicos de ambos países, se expidió favorablemente, pero ahí quedó. Y sucede que, si bien los estudios científicos y los aspectos normativos de un emprendimiento son importantes, mucho más importante es que la obra se lleve a cabo. Y eso es lo que está sucediendo al influjo de la delegación uruguaya ante la CARU que preside el Capitán de Navío Gastón Silberman. Debieron transcurrir 20 años para que el proyecto se pudiera transformar en una realidad y, por ende, no cabe otra cosa que felicitar a la delegación que preside este distinguido marino por haberlo logrado y de ese modo dar un paso muy importante para transformar a nuestro río epónimo en la Hidrovía del Río Uruguay. De este modo podemos decir, que ante tanta oscuridad, por lo menos hay dos luces encendidas…
Dr. Edison González Lapeyre
