Las Zonas Francas: un gran beneficio para Uruguay

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Las zonas francas, que existen en Uruguay desde comienzos del siglo pasado, son áreas cerradas donde se realizan actividades comerciales, industriales y de servicios hacia otros países, con exoneraciones de impuestos. Estas benefician a empresarios, trabajadores y son muy bien vistas. Hace un mes se habilitó una nueva zona franca de servicios en el país, más precisamente en un edificio de 25 pisos en la Avenida Gorlero de Punta del Este, en el departamento de Maldonado. Fue denominada World Trade Center Punta del Este, y albergará a empresas uruguayas y globales que generarán entre 1.000 y 1.200 puestos de empleo directos. Con este emprendimiento se llegó a nueve zonas en todo el Uruguay. Sobre este y otros temas, LA REPÚBLICA entrevistó al presidente de la Cámara de Zonas Francas del Uruguay (CZFUY), Diego Licio.

Como primer elemento es importante saber a qué nos referimos cuando hablamos de zonas francas. “Son áreas cerradas y cercadas del territorio nacional en las que se pueden desarrollar actividades comerciales, industriales y de servicios hacia otros países con amplias exoneraciones de impuestos a la renta, el consumo y al patrimonio como medio de atracción de inversiones extranjeras. Esta última se hace de esa manera, ya que es la forma de hacer crecer a los países y las economías. Si los productos van hacia dentro del territorio nacional, el importador debe pagar los aranceles correspondientes, ya que es igual a que si comprara en cualquier otra parte del mundo, fuera de Uruguay”, manifestó. Estas zonas existen en Uruguay desde comienzos del siglo pasado pero funcionaban con una versión más anticuada y que no eran tan útiles. En 1987 se aprobó la Ley 15.921 para mejorar y aggiornar las zonas francas, y comenzaron a funcionar en la década de 1990. Según explicó Licio, han tenido un desarrollo muy grande en estos últimos 30 años. Con respecto al funcionamiento, mencionó que lo hacen como área cerrada donde cada una tiene un desarrollador. Éste es el que propone el funcionamiento de las zonas francas que es autorizado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y por un decreto. “Después, ese es el encargado de armar toda la infraestructura necesaria para que los usuarios puedan instalarse, como son los edificios y las oficinas, y hacer inversiones ahí adentro. Esas cosas que construyó se las alquilan a los usuarios. Otra cosa que tiene que ocuparse el explotador es de poner, controlar y tener un puesto de Aduana en la entrada de la zona franca para hacer todo los tránsitos hacia adentro y fuera de ellas”, comentó. Un dato muy importante es que el personal que los usuarios deben contratar para trabajar dentro de las zonas francas debe ser en un 75 por ciento nacional, mientras que el 25 por ciento restante es extranjero.

En referencia a los tipos de zona franca que hay, señaló que en general son todas iguales, salvo algunas que solamente tienen autorización para realizar actividades de servicios y algunas comerciales en el exterior. Estas no incluyen entrada y salida de mercadería comercial. Los claros ejemplos de estas son Aguada Park, World Trade Center Free Zone y World Trade Center Punta del Este. “El resto de las zonas francas todas gozan de las mismas características. Algunas son más industriales como las que tienen instaladas algunas pasteras. Después, hay otras que realizan la combinación de actividades industriales, comerciales y de servicios como son Zonamérica y el Parque de las Ciencias. Por último, están las volcadas a temas logísticos como Nueva Palmira, donde se realizan exportaciones de granos, o Libertad”, agregó. La zona franca de Punta del Este, según dijo, es todo un desafío. Ésta va a traer inversión extranjera y ayudar a levantar la economía de Maldonado y en particular de Punta del Este. Todavía no hay datos certeros ya que hace muy poco tiempo fue creada. “En los últimos 30 años te digo que son un instrumento espectacular ya que el 70 por ciento de las empresas que existen en Uruguay están ahí. En las zonas francas se produce entre el 4,5 y 5,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) nacional. Por ahí pasan el 28 por ciento de las exportaciones de bienes y 34 de servicios”, señaló. Los empresarios, trabajadores y el gobierno se ven beneficiados por la atracción de inversiones que realizan las zonas francas, no solo por el aumento del PBI, sino también por la inversión extranjera que trae recaudación y la retención de talentos.

LA CLAVE:

“Nuestras zonas francas son bien vistas a nivel internacional por el cumplimiento de los estándares internacionales de protección para no hacer daño a otras economías del planeta. Son respetadas, ordenadas y acorde a las últimas tendencias internacionales en materia impositiva, con un muy buen desarrollo y es un modelo a seguir por muchos países. Hay cosas todavía que hay que mejorar para alcanzar a los que están un poco mejor y más desarrollados”.

Diego Licio – Presidente la Cámara de Zonas Francas del Uruguay (CZFUY) https://www.republica.com.uy/

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