LAS POLÍTICAS PESQUERAS EN URUGUAY, DESDE EL IMPULSO DEL BATLLISMO HASTA EL CIERRE DE FRIPUR

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Más de un siglo después de creado el instituto, cabe preguntarse qué tanto se cumplieron aquellos ejes políticos del Estado en relación a la pesca: ¿estamos aprovechando los recursos disponibles? Solamente en parte; desconocemos el potencial de muchos recursos pesqueros. ¿Se convirtieron en un alimento accesible a la población? Pocas veces en la historia. ¿Se han utilizado para exportar? Definitivamente sí. ¿Son un insumo para la industria? Sí, especialmente en las últimos 30 años. Y, finalmente, ¿estamos conservando los recursos para las generaciones futuras?

En los últimos años dejamos de innovar, dejamos de investigar, dejamos de hacernos preguntas sobre los peces, o al menos de buscar respuestas. El organismo que se dedica a la pesca no se diferencia de cualquier otra repartición en el sitio web del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Sin planes ni mayores ambiciones, la estrategia actual pasar por ordenar la pesca artesanal y redactar planes de acción solamente para cumplir con requisitos internacionales. Pero no hay planes de pesca. Su derrumbe actual no se puede atribuir solamente a una flota anticuada, a las empresas, al mercado internacional, a la Dinara o a la escasa investigación. Eso sería muy simplista. Simplista sería, también, pretender que vamos a volver a pescar 150.000 toneladas a corto plazo; eso quizá nunca vuelva a ocurrir. La recuperación y el papel de la pesca industrial o artesanal debería darse desde un lugar diferente. Los recursos pesqueros han cambiado, hay más usuarios del área (turismo, mercantes, cables submarinos), hay otras necesidades. No hay garantía de que una reorganización de la pesca y los espacios marinos funcione bien desde el principio, pero hay que ensayar nuevas soluciones. El país se debe una mirada amplia y una larga discusión sobre todos los recursos que tenemos, y qué debemos hacer con ellos. Lo que concentra a tantos uruguayos cada verano en la costa no es más que una parte mínima, algo así como tener las entradas al teatro y ver la obra desde la puerta. Y ya no es solamente la pesca: por vía marítima entran unos 300.000 turistas cada año, un enorme porcentaje de las comunicaciones del día a día pasan por cables submarinos tendidos en nuestra zona; lo mismo sucede con productos de exportación e importación -nuestros y de la región- que se desplazan frente a la costa. Allí buscamos el petróleo que usamos a diario, allí duermen agroquímicos y desperdicios de Montevideo y Buenos Aires, y allí podríamos tener parques eólicos o aprovechar las corrientes para generar energía. Tanta actividad no se refleja en las instituciones que se ocupan de los temas marítimos. Diseminadas en múltiples organismos, cada uno se ocupa de una parte, sin nada que los una o coordine. Es así que los cables submarinos interfieren con las zonas de fondeo de los mercantes, los mercantes interfieren con los pesqueros, los pesqueros con los turistas, y todos interfieren con los peces, lobos marinos y ballenas. El MGAP se ocupa de la pesca, el Ministerio de Defensa Nacional de la navegación, el de Relaciones Exteriores, de los límites y tratados, ANCAP de la exploración de recursos y Antel de los cables. Súmese al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y al Ministerio de Industria, Energía y Minería, y tenemos servida una enorme mesa de almuerzo, a la que cada comensal llega en horas diferentes a lo largo del día. Algunos gremios han reclamado la creación de un ministerio especializado en los asuntos marítimos, otros especialistas han propuesto una agencia, o un espacio de coordinación y definición de políticas. ¿Qué deberíamos hacer? ¿Crear más estructuras de administración pública o articular mejor las existentes?

El espacio para acordar qué y cómo aprovechar los recursos disponibles no está, al igual que el de resolver conflictos; la visión colectiva de los espacios marinos tampoco está, pero todo se construye. Para leer más: Martínez, ML. 2011. El proyecto Eduardo Acevedo. La política científica y tecnológica en el primer batllismo. Fondo bicentenario “José Pedro Barrán” Políticas científicas, tecnológicas y de innovación en el Uruguay contemporáneo (1911-2011). Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Montevideo. pp. 18-23.

Bouyat, A. 1911. Contribution á l’étude de la peche maritime en Uruguay. Communication présentée au Congrés de La Haye, 1909. De l’École Nationale des Arts et Métiers. http://www.biodiversitylibrary.org/bibliography/15938#/summary

El libro del Centenario del Uruguay. 1825-1925. 1925. Consejo Nacional de Administración, Montevideo, Uruguay. Tomos I-IX. Versión online. Martínez Montero, H. 1940. Marinas mercantes y de pesca del Uruguay. Ensayo histórico. Liga Marítima del Uruguay, Concurso anual 1939. Montevideo, dos tomos. https://ladiaria.com.uy

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