«Sr. Director:
En 1991, el presidente Lacalle Herrera remitió un proyecto de ley para que la base principal de la Armada Nacional con asiento en el puerto de Montevideo se denominara Teniente de Navío Carlos Macchitelli. El mismo fue aprobado por unanimidad por ambas cámaras y promulgado como Ley 16.975 en 1994.
En la entrada a la base los carteles solo dicen “Armada Nacional-Área Naval del Puerto de Montevideo”, y la misma inscripción luce en la pared del edificio que da al frente. Han pasado 30 años sin que se dado haya cumplimiento al homenaje legal.
En el año 1954 el teniente de navío Macchitelli ya estaba casado y tenía una hija de dos meses y su destino era el destructor Uruguay, el cual estaba apostado en el puerto de Montevideo.
El 6 de agosto de 1954 estaba con permiso en su casa, dado que el temporal que azotaba la ciudad hacía imposible salir de maniobras; en el destructor permanecía solo la tripulación de guardia.
De repente Radio Carve interrumpe la trasmisión y pasa un mensaje de la Inspección de Marina que convocaba a todos los tripulantes del destructor Uruguay a presentarse de inmediato.
¿Que había ocurrido? A las 10 de la mañana el Soyp informó que su barco Isla de Flores se encontraba encallado en el banco inglés, una enorme afloración de roca y arena subacuática ubicada 18 km al sur de la isla de Flores
Cuenta un marinero que ese día estaba de guardia en el puerto, que vio bajar de un taxímetro a Macchitelli e ir corriendo hacia el destructor. Estaba soltando amarras, separándose del muelle. por lo que le tiraron un cabo y logró subir.
Viejos marinos decían en voz baja que corrió por el muelle y subió al buque para morir. Su suerte ya estaba echada, pero nadie lo sabía.
El destructor puso proa a la zona del desastre. Apenas se veía el pesquero por la niebla, la lluvia y el oleaje. No pudo acercarse, por lo que ancló a cierta distancia en aguas seguras. Se dispuso a bajar un bote salvavidas; Macchitelli se ofreció como voluntario para comandarlo y se embarcó con ocho marinos más. Eran todos profesionales y conocían las consecuencias.
El clima no podía ser peor con el viento, lluvia, grandes olas y niebla.
Llegaron al pesquero y el teniente dio la orden de subir para efectuar maniobras para reflotarlo. Como no dio resultado y se venía la noche, ordenó la evacuación. Eran nueve marinos y siete tripulantes del pesquero. Estando todos a bordo del bote una enorme ola hizo que golpeara con tal violencia contra el casco del pesquero que se partió. Allí sellaron la suerte 13 de las 16 personas. Regresaron al pesquero ya semihundido y se subieron como pudieron al palo dispuestos a pasar la noche. Trasmitir el suplicio de esa noche de viento olas y lluvia es dificil. Estaban todos agarrados entre sí y poco a poco iban muriendo ahogados o de frío. Mientras tanto el temporal hizo garrear al destructor y se varó.
A la madrugada siguiente zarpó el destructor Artigas y, llegado a la zona, bajó una lancha comandada por el teniente Omar Murdoch. Cuando llegó al pesquero se encontró con un panorama desolador: solo tres personas quedaban con vida. Desembarcó a los tres sobrevivientes, un marino y dos pescadores, y a los cuerpos que pudo encontrar, entre ellos, el del joven teniente.
Cabe señalar que Murdoch en 1972 fue presidente del directorio del Partido Nacional y la hija de Macchitelli hoy es profesora de Biología y supo tener como alumno al actual presidente de la República.
Ese acontecimiento estremeció a la sociedad uruguaya, que se conmovió por el valor de esos orientales, profesionales del mar que, conociendo el peligro a que se exponían, arriesgaron sus vidas para salvar a otros navegantes.
Es imperioso que la Armada Nacional y la Administración Nacional de Puertos corrijan esa omisión y coloquen en el acceso a la base el nombre de Macchitelli materializando lo que un anterior gobierno nacionalista promovió.»
Dr. José Pedro Pollak Varela