HISTORIAS MARÍTIMAS NO CONTADAS

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 Don Jaime Carrau Olascoaga “Jimmy”

 (Parte 1)

Hace algunos años ya que falleció en Montevideo un referente, no solo en el negocio marítimo de lo cual era un exitoso empresario, sino de la Cultura Marítima y Portuaria tan olvidada en nuestro país, me refiero a Don Jaime Carrau Olascoaga, “Jimmy”, como a el le gustaba que lo llamaran. Si bien no tuve el gusto de conocerlo personalmente, manteníamos largos contactos vía e mail o telefónicos, donde  me contaba la historia de la naviera española Ybarra, de la que el era su representante por este lado del Atlántico.

Ya retirado y muy enfermo Jimmy mantenía viva su pasión por el mar y los barcos, entre libros o navegando por internet, esa maravilla que me dio la oportunidad de entablar esta amistad virtual, tan de moda hoy en día.

 Fue en noviembre del 2010  que  leí  en un artículo de un portal español, como este Sr. se había hecho cargo de la operación del buque JUAN DE GARAY a la edad de 26 años en la ciudad de Buenos Aires. El buque en cuestión de la Compañia Transatlántica Argentina, una empresa del grupo Ybarra, era un buque que daba perdida y su padre lo puso al frente de ese emprendimiento para que lo gerenciara y sacara adelante. Lo increíble de esta historia es que al otro día recibo un email de un señor que me aportaba datos de un buque que estaba buscando para mi  blog, mas abajo firmaba “Jimmy” y decía algo así como “con Ud. tengo la suerte de conocer a alguien que como yo ama los barcos”. Así empezó una larga cadena de correos entre nosotros que el firmaba “su amigo Jimmy”. Si bien esta historia quedara trunca por su  desaparición física, vale la pena dejarla plasmada en Uruguay Visión Marítima. 

Los Carrau en Uruguay

La llegada al Uruguay del catalán Juan Carrau y Ferres en 1841 y su arraigo en el país se dan de un hecho marítimo.  Procedente de Vilasar del Mar como piloto de la barca catalana conocida como “MÍSTICO MERCURIO”, llegado a Montevideo, en la época que el viaje de las barcas catalanas  realizaban lo que se llamo la aventura marinera, o aventura catalana, es decir llenar el buque, normalmente con 180 a 200 toneladas de artículos tales como vinos, aceites, bacalao, arroz, alubias, lentejas, y lo mas curioso de todo, las cartas para jugar al truco ó al mus, amen de otros artículos que no valen la pena citar. Según contaba Juan Carrau y Ferres, en la rada y antepuerto de Montevideo, llegaron a juntarse hasta 26 barcas catalanas, en su mayoría vilasanesas.  

Al llevarse mal con el nostramo (contramaestre) del “MÍSTICO MERCURIO”, Juan se enfrento al capitán de la nave diciendo que eligiera entre él y el nostramo. El pobre capitán le respondió, “somos solamente 8 tripulantes no te puedes quedar”, pero Juan se quedo en Montevideo. Ahí comienzo su carrera comercial primero como vendedor de una casa catalana de la familia Castells, donde aprendió el oficio, y una vez que estuvo en condiciones abrió su propio negocio, llamándole almacén “El Navío”, agregando probidad y seriedad. No había duda era gente proba. Tomó en principio de socio a otro catalán llamado Tremoleras, con quien estuvo de socio varios años hasta que se abrieron, y Juan  hizo venir a su hermano Pablo y mas tarde a su sobrino Pedro Carrau y Ferres,  bisabuelo de Jaime Carrau.

  Al poco tiempo Juan regreso a Vilasar, en donde llego a ser su Alcalde, y Pablo y Pedro siguieron adelante con el negocio, creciendo cada vez mas. Llegando a los años de 1860, y terminadas las guerras civiles en el Uruguay, embarranca en la bahía de Montevideo la barca catalana vilasanesa denominada “CORINNRE”. Pablo y Pedro compran la barca “CORINNE” comenzando con la actividad naviera de la familia Carrau.

Continuará.

 Fernando Pontolillo para UVM

  Nota: Fernando Pontolillo es autor de los blogs Marina Mercante Uruguaya  y Remolcadores Uruguayos

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