Alemania convocará a proyectos y emprendedores en la búsqueda de proyectos sustentables en el exterior. El gobierno uruguayo explora nuevas alternativas energéticas, en base al uso y la producción nacional de hidrógeno verde a partir de fuentes renovables, señaló el ministro de Industria, Omar Paganini. Afirmó que se trata de “apuntar a productos verdes que podrían dirigirse a mercados internacionales específicos, porque su producción es sostenible”. A partir del proyecto piloto H2U, el gobierno busca implementar el primer emprendimiento de hidrógeno verde en el país, que siente las bases de la colaboración público-privada de largo aliento. La iniciativa contribuye, además, a acentuar el proceso de “desfosilización” en el transporte, así como la industria, en el marco de una inversión proyectada de US$ 20 millones. Por su parte, Alemania ha diseñado un ambicioso plan para encabezar este tipo de energía alternativa a nivel global. Hasta designó fondos por un monto de 9.000 millones de euros en el marco del programa de estímulo económico 2020 para financiar proyectos privados inclusive en el exterior, ya que la mayor parte de la demanda alemana de hidrógeno verde a largo plazo tendrá que ser importada.
NEGOCIOS
En este escenario que se abre de nuevas oportunidades de inversiones, a través de la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo – Alemana (AHK por sus siglas en alemán), se buscan emprendedores y proyectos para desarrollar nuevas oportunidades de negocios.El gerente general de la AHK, Mischa Groh y su vicepresidente Fernando Schaich explicaron en diálogo con El País que Alemania quiere alcanzar neutralidad climática de su matriz energética para el año 2050 y se pretende llegar al 65% de energías renovables en la producción de electricidad en 2030. En esta línea, el próximo año se va a cerrar la última central atómica en territorio alemán, mientras que este año el gobierno federal decidió eliminar completamente el carbón para 2038 como fuente energética. El hidrógeno juega un rol importante en la descarbonización de la producción energética alemana. El gobierno de ese país destina unos 1.500 millones de euros para los proyectos de desarrollo en esta materia en el extranjero y para crear un “mercado artificial” en el que se va a subsidiar temporalmente la diferencia de precio que pueda generarse entre derivados del hidrógeno verde y los equivalentes tradicionales actuales, en caso de que éstos sean más económicos.
TRANSFORMACIÓN
También en nuestro país se ve con buenos ojos abrirle las puertas al hidrógeno verde como energía de alternativa para el futuro. El Ministro Paganini destacó que hay que “continuar avanzando en la soberanía energética”. Mientras tanto, desde AHK se estudia desde hace mucho tiempo lo relativo al cambio de la matriz en nuestro país, lo que podría generar eventuales oportunidades de negocio para las empresas alemanas, indicó Groh. Unos 4.000 millones de dólares ya se invirtieron en nuestro país en distintos emprendimientos vinculados a la energía, señalaron los voceros. El puntapié a la iniciativa de producir hidrógeno verde comenzó en nuestro país en 2019 cuando se armó una delegación público-privada incluyendo jerarcas de Ancap, Antel, UTE y del MIEM que visitaron la feria de Hannover. Básicamente “la Cámara facilita los contactos mientras que el gobierno alemán trata de dinamizar la inversión en el extranjero”, explicó Groh.
INTERCAMBIO
En tanto, el año pasado se comenzaron tratativas con el nuevo gobierno para darle mayor impulso a esta idea porque “Uruguay tiene todo” lo que busca un inversor, destacaron los entrevistados. A través de la embajada uruguaya en Berlín comenzaron charlas bilaterales para poder avanzar en un trabajo en conjunto. Fue así que se presentó a nuestro país como un posible socio de negocios en función de su estabilidad institucional, sumado a los mecanismos legales disponibles para la inversión. Si bien el hidrógeno aparece para los inversionistas como una fuente barata y abundante en países como Argentina, Chile y Brasil, se valora a Uruguay por la seguridad jurídica, así como la infraestructura y las reglas de juego claras en el largo plazo basadas en políticas de Estado. “Para estos proyectos necesitás seguridad jurídica y alguien que quiera invertir”, indicó Schaich.
UN CUPO
Lo habitual en estos casos es que venga un inversionista alemán con un proyecto y busque las capacidades técnicas existentes en nuestro país para poder llevarlo a cabo. Schaich enfatizó la necesidad de que Alemania destine un cupo a Uruguay para participar en este negocio. Añadió que en el segundo semestre de este año “Alemania dará una señal más concreta y allí las reglas de juego estarán más claras” para los futuros inversionistas. Por su parte, Paganini señaló que sería deseable que el país se convirtiera no solo en un exportador de materia prima (energía renovable convertida en hidrógeno o sus derivados como amoníaco o metanol), sino de productos terminados verdes (variados productos químicos para usos industriales o agrícolas) obtenidos o sintetizados a partir de esos insumos. Es que existe un desafío logístico real en cuanto a cómo exportar el hidrógeno ya que tendría que enfriarse a 250 grados bajo cero. Como alternativa se maneja la posibilidad de descomponer el hidrógeno verde convirtiéndolo en un compuesto químico en base de nitrógeno (amoníaco), una sustancia más manejable. https://negocios.elpais.com.uy/