Dolores Moreira: La abanderada en Cochabamba que ya piensa en Tokio 2020

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MON205. MONTEVIDEO (URUGUAY), 12/05/2018.- Fotografía del 8 de mayo de 2018 de la regatista uruguaya Dolores "Lola" Moreira en Montevideo (Uruguay). Dolores "Lola" Moreira, abanderada de su delegación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y a punto de repetir la experiencia en los próximos Odesur en Bolivia, aspira a llegar a Tokio en 2020 y poder llevar su país "a lo más alto" con una medalla olímpica. EFE/Federico Anfitti
MON204. MONTEVIDEO (URUGUAY), 12/05/2018.- Fotografía del 8 de mayo de 2018 de la regatista uruguaya Dolores “Lola” Moreira en Montevideo (Uruguay). Dolores “Lola” Moreira, abanderada de su delegación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y a punto de repetir la experiencia en los próximos Odesur en Bolivia, aspira a llegar a Tokio en 2020 y poder llevar su país “a lo más alto” con una medalla olímpica. EFE/Federico Anfitti

“Lola” irá por el podio a los Odesur y además con la mira de prepararse para el Mundial de mayores de Dinamarca, primer selectivo para Tokio. La velerista uruguaya Dolores “Lola” Moreira, abanderada de su delegación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y a punto de repetir la experiencia en los próximos Odesur en Bolivia, aspira a llegar a Tokio en 2020 y poder llevar su país “a lo más alto” con una medalla olímpica. Con apenas 19 años, “Lola”, que ya recorrió gran parte del mundo para competir, acumula méritos como la plata en Toronto en 2015, que la convirtió en la medallista panamericana más joven de Uruguay, y su participación en Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Además, ganó el bronce en el circuito mundial y la medalla de oro en el Mundial Juvenil de 2016 en Nueva Zelanda.

La historia

Todo empezó cuando tenía 9 años de edad y se “intrigaba” al observar a los barcos que navegaban por el Río Uruguay, a orillas de la casa en la que creció en el departamento de Paysandú, al norte del país. Como sus primos iban a una escuela de vela, ella se animó a probar. “Desde ahí me enamoré”, recordó la deportista. Sin embargo, la trayectoria profesional de Lola le exigió un gran esfuerzo desde el principio, ya que solo para entrenar tenía que viajar cerca de 400 kilómetros desde su ciudad natal hasta Montevideo. “En el tema de vela creo que el mayor nivel en Uruguay se concentra en Montevideo. En Paysandú llegué a cierto nivel y me estanqué. Por suerte se me dio la oportunidad de venir (a la capital) y seguí creciendo cada vez más hasta que pegamos el salto de clasificar a mundiales”, apuntó. Asimismo, indicó que la principal dificultad a la que se enfrenta es la falta de apoyo en Uruguay, lo que hace “complicado” poder adaptarse al presupuesto que tiene disponible. Además, cada vez que participa en una competencia internacional, por ejemplo, tiene que alquilar un barco cuando no puede transportar el suyo, lo que genera altos costos. “No es como en otros países que el apoyo es mucho más grande. Apoyo hay, pero la verdad es que no alcanza”, acotó. En ese sentido, destacó que son muy pocas personas las que practican Laser Radial y “más aún mujeres”, pese a haber reconocido que el sexo no es un factor determinante en su categoría.

Objetivos

Sobre sus logros profesionales, Lola contó que el hecho de haberse clasificado a los Juegos Olímpicos tan joven luego de ganar la medalla de plata en Toronto fue algo totalmente inesperado y uno de los mejores momentos de su vida como regatista. “Cuando me puse a entrenar en serio, lo hice pensando en Tokio 2020, clasificar a Río fue una locura”, aseguró. Pero obtener su medalla panamericana no fue nada fácil. Luego de comenzar bien en el primer día, vio bajar su rendimiento y no fue hasta la regata final que pudo garantizar su lugar en el podio gracias a una acertada estrategia desarrollada junto a su entrenador. “Me gustó mucho poder clasificar ahí porque antes de ese campeonato las otras competidoras no me tenían en el radar y en una regata no me cuidaban, no protegían su posición con respecto a mi. Después de ese campeonato fui haciendo mi nombre en el mundo de la vela y hoy peleo codo a codo con ellas”, afirmó. Entretanto, Lola -que no salió contenta de los Juegos Olímpicos de Río por no haber rendido “al 100 %”- tiene ahora como principal meta clasificar a Tokio para lograr la revancha con una anhelada medalla. A finales de mayo, Lola participará en Bolivia, junto a una delegación de más de 200 deportistas uruguayos, en los Juegos Suramericanos de Cochabamba. Luego, pondrá la mira en el Mundial Sub-21 de Polonia para finalmente enfocarse en el Mundial de mayores de Dinamarca, su “gran objetivo de 2018” por ser el primer selectivo para Tokio. http://www.futbol.com.uy

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