Autoridades despiden el Buque ROU 27 “Banco Ortiz”

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El viernes 8 de diciembre se realizó la Ceremonia de Arriado de Pabellón del ROU 27 “Banco Ortiz” el cual luego de 32 años de servicios ininterrumpido  y 64 de construcción, fue desafectado del servicio activo. Este buque participó a lo largo de su extenso trayecto en misiones de Remolque, Buque de Apoyo ante incidentes de Incendio y Salvamento de buques dentro del Puerto de Montevideo, Buque de Apoyo y Recobre de Operaciones de Minado y Contraminado, Apoyo a tareas del servicio de balizamiento, apoyo en tareas de instrucción a la Dirección General de Personal Naval, operaciones de Control de aguas jurisdiccionales, Operaciones de búsqueda y rescate, y todas aquellas que fueron encomendadas por el mando naval.

La Ceremonia contó con la presencia del señor Comandante en jefe de la Armada, Almirante Jorge Wilson, señores Contraalmirantes, Personal superior y subalterno de la Fuerza y Señores Ex comandantes del ROU 27.

Palabras del señor comandante del ROU 27 CG (CG) Fernando Andrade: 

“Hoy nos reunimos con sentimientos encontrados, con corazones llenos de emotividad y nostalgia para despedir a un valiente y leal compañero que ha sido testigo de innumerables historias de valentía y servicio a lo largo de estos años. El ROU27 “Banco Ortiz”. Este buque, con sus más de seis décadas de servicio, ha sido testigo de historias imperecederas de coraje y sacrificio.  Inició su travesía en 1959 como el “ZINGST” Número 443, de la clase denominada “Remolcador de rada proyecto 270” un buque de salvamento y remolcador de altura, construido por los astilleros VEB PEENEWERFT WOLGAST para la extinta República Democrática Alemana. Su evolución ha sido fascinante, en 1968, se adaptó para desafiar los hielos como un robusto rompehielos. Re acondicionado en 1985, se integró a la BUNDESMARINE tras la reunificación alemana, donde,  bajo el nombre “ELBE” demostró según remolcador de puerto y rada con capacidad de tracción excepcional y equipada para salvamento y operaciones de buceo. Su incorporación a la Armada Nacional el 8 de noviembre de 1991 marcó un hito, liderado por el Sr. TN (CG) Eduardo Franco y su primera tripulación, quienes guiaron al “Banco Ortiz” desde Alemania hasta nuestras aguas, un viaje que fue más que una travesía, fue un legado.

Desde su arribo, este intrépido buque ha sido un participante incansable en misiones cruciales. Con fuerza y _vigor ha apoyado al Servicio de balizamiento, Grupo de buceo de la Armada , al SOHMA, se ha desplegado en operaciones de búsqueda y rescate del comando de la flota, llegando a estar 82 días ininterrumpido en Área III Río de la Plata, combatió el incendio generado en la Fragata Montevideo, participó en operaciones de minado y contraminado, de remolque, en operaciones Río Revuelto y Operaciones Internacionales como lo fue la operación ACRUX. Durante sus 32 años en servicio se convirtió en un espléndido buque escuela, forjando a generaciones de oficiales, personal subalterno, alumnos de la Escuela Naval,  aprendices de la Escuela de Especialidades y de la Reserva Naval.  Es por todo lo anteriormente expresado, que, con un nudo en la garganta, nos despedimos del ROU27 “Banco Ortiz”. Sus décadas de servicio y sacrificio son dignas de reconocimiento y agradecimiento. Cada crujido del casco resonará en nuestra memoria, y cada ola que ha surcado llevará consigo las historias de vida de cada uno de los tripulantes que hemos pasado y cada misión cumplida. Antes de culminar estas palabras, quiero dirigirme a mi tripulación, a estos valientes navegantes que han compartido conmigo esta última travesía a bordo del “Banco Ortiz”. Vuestra dedicación y compromiso han sido más que evidentes; han sido la columna vertebral de este barco, el latir de su corazón. Cada minuto, cada experiencia, cada milla navegada ha fortalecido nuestros lazos, y por eso les agradezco de todo corazón. Ustedes no solo han sido mi tripulación, sino parte de mi familia. Este buque no solo nos ha enseñado a ser mejores profesionales, sino también a ser mejores personas. Hoy permitámonos sentir la emoción, dejemos que las lágrimas hablen de la pasión y el amor que hemos compartido con el “Banco Ortiz”. Que su legado perdure en nuestras memorias y que su espíritu siga navegando en cada uno de nosotros. ¡Hasta siempre, valiente navegante! Fuente: Fuerza del Mar Uruguay en Facebook

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