La organización fundada por Paul Watson deberá echar marcha atrás porque no pueden hacerle frente al poderío económico y tecnológico del Gobierno de Japón, uno de los principales patrocinadores de la caza furtiva del mundo. La  Sea Shepherd Conservation Society acaba de anunciar que dejará de perseguir a los grandes barcos balleneros japoneses, que cazan a estos hermosos animales con supuestos fines científicos, pero que luego se venden como materias primas en mercados de todo el mundo. La ONG había estado realizando acciones directas en el océano Austral, en donde se reúnen la mayoría de barcos balleneros asiáticos, muchos de ellos financiados por el Gobierno de Japón. Básicamente, desde hace 12 añosLa organización fundada por Paul Watson deberá echar marcha atrás porque no pueden hacerle frente al poderío económico y tecnológico del Gobierno de Japón, uno de los principales patrocinadores de la caza furtiva del mundo. La  Sea Shepherd Conservation Society acaba de anunciar que dejará de perseguir a los grandes barcos balleneros japoneses, que cazan a estos hermosos animales con supuestos fines científicos, pero que luego se venden como materias primas en mercados de todo el mundo. La ONG había estado realizando acciones directas en el océano Austral, en donde se reúnen la mayoría de barcos balleneros asiáticos, muchos de ellos financiados por el Gobierno de Japón. Básicamente, desde hace 12 años la flota de Sea Shepherd persigue, molesta, estorba e incomoda a los balleneros sin disparar armas de fuego, sin embestir los barcos y sin atacar personalmente a los tripulantes. Sin embargo, muchos de los cazadores responden las acciones con disparos, ataques, abordajes y hasta embestidas con sus grandes embarcaciones. La organización fundada por el reconocido Paul Watson emitió un comunicado de prensa en el que acusan directamente a las Fuerzas Armadas de Japón de monitorear constantemente sus barcos, haciendo que se vuelva imposible acercarse suficientemente a los cazadores para interrumpir o documentar la caza. Japón no se ha pronunciado al respecto de las acusaciones de Sea Shepherd, aunque trascendió que las agencias gubernamentales recibieron el visto bueno del Gobierno central para enviar barcos al océano Austral para interrumpir los esfuerzos de los activistas. Desde el vecino Gobierno de Australia anunciaron que continuarán financiando las labores de protección a la caza de ballenas, pero siguen declinando enfrentarse directamente al Gobierno de Shinzō Abe. Fuente La Red 21