‘Pretendemos que Montevideo sea puerto base de la flota que opera en el Atlántico Sur’

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Lo dijo el presidente de la Administración de Puertos uruguayos ante la presentación del pliego de licitación para la explotación de Puerto Capurro, construido con el aporte de China. Ofrece trazabilidad a las capturas realizadas en aguas internacionales en puerto libre. “Estamos confiados y convencidos de que esto apuntala el crecimiento de la actividad portuaria y en particular de la actividad de la industria de la pesca” señaló el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Juan Curbelo, a medios uruguayos al momento de la presentación del pliego de licitación para Puerto Capurro, en Uruguay. Tras destacar el valor de dar continuidad a la ejecución de un proyecto iniciado en la gestión anterior, Curbelo aseguró que pretenden que Montevideo se convierta en puerto base de los barcos pesqueros de la región. Damos el puntapié final, dijo “con la idea de que podamos desarrollar junto con la actividad privada un polo de atracción a las flotas pesqueras regionales que operan en el Atlántico Sur”.  Montevideo ha sido señalado por organismos internacionales como la puerta de acceso a los mercados de la pesca INDNR que se practica en el Atlántico Sur y de base logística para los barcos que allí operan, afectando los intereses de la industria pesquera argentina. El exvicecanciller, Roberto García Moritán, dijo que “es decepcionante que Uruguay confunda prioridades”.

Cumpliendo con los plazos que se habían establecido y reduciendo los costos para el Estado, el Puerto de Capurro en Montevideo, Uruguay, concluirá las obras a mediados del año próximo y avanza hacia la licitación de su concesión por 30 años, con opción a 20 años más. El pliego fue aprobado por la Administración Nacional de Puertos y ahora resta la ratificación por parte del Ejecutivo.

El Puerto de Capurro tiene una capacidad de atraque para 35 buques de hasta 40 metros y 15 buques de hasta 113 metros de eslora. El Módulo Pesquero Internacional cuenta con un área de casi 5 hectáreas, que albergan cinco muelles y una explanada de 3 hectáreas. Otra área de 7 hectáreas para la realización de otras actividades conexas, entre las que se exige al concesionario la construcción de un depósito de frío de 6.000 metros cúbicos destinado a la pesca.

El puerto de Montevideo en los últimos diez años ha recibido un promedio de 370 arribos de buques pesqueros extranjeros, de bandera mayoritariamente española, china, coreana e inglesa, según el orden de importancia. También suelen recibir barcos con bandera de Falklands, según los registros de la ANP. El número de arribos de barcos nacionales es dos veces superior, pero el volumen de descarga es diez veces inferior al de los buques extranjeros; mientras en 2020 la flota nacional descargó 2.700 toneladas, la flota extranjera desembarcó 12.800 toneladas. El que se transforme en concesionario, luego de pagar 14 millones de dólares y comprometerse al pago mensual de 58.500 dólares, deberá presentar el proyecto de desarrollo impuesto por la ANP que incluye además de la cámara de frío, oficinas administrativas y de los organismos de control de Estado, calles, veredas y luminarias, deberá también mejorar el servicio para la actividad pesquera. Al buque se le deberá brindar servicio de avituallamiento, muellaje, amarre, desamarre y reparaciones navales a pie de muro y a bordo. Asimismo, deberá suministrar los servicios de agua y electricidad a las embarcaciones.

Para la mercadería, bajo el régimen de puerto libre, se facilitarán operaciones de re-envasado, remarcado, clasificación, agrupación y desagrupación, consolidado y desconsolidado de contenedores, manipuleo y fraccionamiento y otros servicios conexos, y/o bajo el régimen de depósito logístico, se enumera en el pliego de licitación. La condición de puerto libre exime del pago de impuestos, tasas o tributos a la importación de los productos de la pesca que se descarguen en Capurro y se permite, incluso, realizar actividades que agreguen valor, sin modificar la naturaleza de mercaderías, y reexportar sin imposición. También permite la trazabilidad de pesca no declarada y no reglamentada asegurada para ingresar a los mercados más exigentes. En este puerto no estará permitido el ingreso de contenedores, salvo aquellos que transporten mercaderías de la pesca, a los que se les deberá brindar servicio de frío y/o almacenaje; reparación y mantenimiento. También deberán prestar el servicio de combustible desde lanchas y/o camiones y/o desde instalaciones fijas y coordinar ingreso y egreso de las tripulaciones. Desarrollar una base regional, para las flotas nacionales y extranjeras y aumentar la oferta de servicios a los buques pesqueros, prestando “el servicio en igualdad de condiciones a todos los que lo soliciten, sobre bases justas y razonables, libre de cualquier discriminación, manteniendo y asegurando su continuidad y regularidad”, es el mandato de la ANP. Es necesario recordar que no discriminar para la Administración Nacional de Puertos, según expresara en este medio, años atrás, su anterior presidente, implica brindar todos los servicios a barcos que operan en el Atlántico Sur sin tener en cuenta denuncias por violación de los derechos humanos o alertas de sospecha de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Incluso barcos detectados dentro de la plataforma marítima, han encontrado refugio en el puerto de Montevideo en el pasado inmediato. En este punto es importante, también, recordar el informe elaborado por Oceana, que analizó el comportamiento de 800 buques que operaron sobre nuestra frontera marítima y en tres años detectaron 600.000 horas de pesca con el sistema AIS apagado, conducta que estaría asociada con el ingreso a nuestras aguas y trasbordos en altamar. En ese informe se identificó a Uruguay como uno de los principales destinos de los barcos que apagaron el sistema de monitoreo. “De las embarcaciones con brechas AIS, el 31% de ellas visitó el Puerto de Montevideo, Uruguay, al final de su viaje. Este puerto supuestamente ha sido favorecido por embarcaciones que realizan actividades ilegales”, se escribió en el informe de Oceana.

Hace apenas unos días, el exvicecanciller Roberto García Moritán escribió en el diario Clarín respecto del llamado a licitación del puerto Capurro: “Montevideo se transformará próximamente en un foco relevante de servicios para los pesqueros extranjeros que faenan en el Atlántico Sur, en particular otorgando ventajas competitivas significativas si la Organización Mundial de Comercio (OMC) reduce o elimina los subsidios pesqueros”. Por otra parte, señaló que “la megabase para los barcos que operan en la milla 201 es preocupante y afecta directamente los intereses pesqueros argentinos en el Atlántico Sur. También la sustentabilidad de las diversas especies de los ecosistemas marinos. Es probable que la decisión unilateral uruguaya de favorecer a la flota pesquera china en el Atlántico Sur haya contribuido a la disposición de Beijing para avanzar con Montevideo en las negociaciones de un acuerdo de libre comercio”.  “Es decepcionante que Uruguay confunda prioridades, en particular en temas sensibles de buena vecindad que hacen a la estabilidad del Atlántico Sur”, concluyó García Moritán, la única voz de la diplomacia que se ha escuchado en los últimos años respecto de la relación de Uruguay con la pesca Ilegal o no Declarada y no Reglamentada en la milla 201.  www.seafood.media

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