Mientras todas las materias primas caen, el arroz se fortalece

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El arroz es la segunda principal fuente de calorías y el tercer alimento de origen vegetal más consumido en América Latina, además de ser un alimento básico cuyo consumo tiende a incrementarse en periodos de crisis económica como la que vive el mundo a raíz de la pandemia. El coronavirus COVID-19 ha desajustado todos los mercados mundiales y los valores globales de la energía y los metales han caído con más o menos intensidad. Lo mismo ha sucedido con los productos agrícolas a excepción del arroz. El Observatorio del Arroz para América Latina destacó que en medio de tanta incertidumbre ese grano tuvo un incremento. En el primer trimestre del año los precios internacionales de exportación de arroz “mantuvieron una tendencia ascendente” por una combinación de factores: “principalmente” por “la acumulación de existencias por parte de los consumidores y comerciantes en distintos países”, y por las “restricciones a las exportaciones” que tomó Vietnam para asegurarse el suministro del mercado interno mientras dure la pandemia, dice el Observatorio en el informe titulado “Efecto de la pandemia de la COVID-19 en el sector arrocero de América Latina: Análisis situacional y perspectivas”, publicado por el Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego (FLAR). El documento agrega que la cuarentena y las restricciones a la movilidad que han impuesto muchos países han tenido efectos negativos en la producción y la cadena del sector: se ha reducido la mano de obra disponible y necesaria para la producción, se han interrumpido los canales de distribución, se han postergado las fechas de siembra, y se han tomado medidas para reducir las exportaciones. Ese conjunto de situaciones ha puesto “en riesgo las existencias de arroz a nivel mundial para el segundo semestre del año”. Además, los países que son importantes importadores como Costa Rica, El Salvador y Panamá “aprobaron nuevas cuotas de importación para garantizarse el abastecimiento, mientras que en Argentina y Colombia se han aplicado medidas que apuntan a fijar los precios y evitar la especulación de productos básicos”, lo que incluye al arroz. Países como Argentina, Bolivia, Colombia, Perú y México pusieron a disposición del sector agropecuario nuevos fondos de créditos con tasas de interés preferenciales, todo lo que se añade a las “medidas de reprogramación de créditos y subvención en las tarifas de servicios básicos y combustible implementadas por diversos países, además de pagos directos y entrega de bolsas de alimentos a familias de bajos ingresos, que esperan alcanzar una importante proporción de la población rural”, expresa el Observatorio en su análisis. Por otra parte se espera la pérdida de empleo de la población y la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina lo que afectará negativamente el poder adquisitivo de la población incrementando la demanda de arroz por ser éste un alimento básico cuyo consumo tiende a incrementarse en periodos de crisis económica. El desabastecimiento y la distorsión de los precios de los alimentos, incluso del arroz, implica “un gran reto para muchos países de la región, tanto para la producción como para el consumo”, afirma el texto. “Por el lado de los productores, la competitividad de muchos países de la región es baja, con altos costos y grandes brechas en productividad.  Por el lado del consumidor, el precio que paga es mayor al precio internacional. Los datos analizados para 10 países de la región en 2019 indican diferencias que van desde el 24 % en Brasil, con relación al mercado internacional, hasta del 240 % en el caso de Haití”, precisó el Observatorio. A eso se suma que el arroz es “fundamental en la dieta latinoamericana, al representar la segunda principal fuente de calorías y el tercer alimento de origen vegetal más consumido en la región”. El arroz es una importante fuente de trabajo para miles de familias rurales de Perú, Ecuador, Panamá, Bolivia y Honduras; asimismo es generador de divisas para países exportadores como Uruguay, Paraguay, Argentina y Guyana. En los primeros tres meses del año los valores internacionales “mantuvieron una tendencia ascendente”. Por todo lo anterior el Observatorio define como “fundamental reforzar los sistemas de producción y distribución de arroz a escala nacional y regional para garantizar el sostenimiento del rubro y el bienestar de la población en general”.  https://www.xn--lamaana-7za.uy/

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