Y de pronto un grito: ¡Uruguay nomá! Nada extraño si tenemos en cuenta que estaba jugando la selección masculina de beach handball. Muy extraño porque estábamos en Isla Margarita, en pleno Danubio húngaro. Bandera de Peñarol en el cuello y bandera de Uruguay en la mano. Así conocí a Numa Corujo, un doloreño de 19 años que vive en Budapest tratando de ganarse la vida remando, literalmente.-La primera vez que pisó la capital húngara lo hizo por un intercambio estudiantil hace dos años atrás.
Numa aprovechó la oportunidad de ese intercambio para venirse a la ciudad que en 2014 albergaba el Mundial juvenil de canotaje. Participó en la categoría C2 haciendo dupla con Michael Lapaz y lograron avanzar a semifinales. -De vuelta en Uruguay, Corujo sufrió una lesión que lo alejó del canotaje. Terminó la escuela agraria, comienzó a trabajar y hasta se anotó en la Universidad. Pero el amor por el canotaje pudo más.
En el 2016 decidió volver a probar suerte en Budapest, de la mano de Áaron, un local que conoció en su intercambio estudiantil, y con el apoyo de la familia, decide instalarse nuevamente en la ciudad a orillas del Danubio.
Por estos días la temperatura no permite entrenar en el agua, por eso se acumulan las horas de gimnasio. El objetivo inmediato de Numa es el mundial juvenil de Pitesti, Rumania, en julio próximo. Correrá en la categoría sub 23 pese a tener 19. Ya tiene los tiempos clasificatorios para la competencia, pero hay muchas otras cosas que faltan.- En Budapest corre por un club que le otorga el barco y el lugar para entrenar, pero gastos como la alimentación, transporte, vivienda, suplementos y demás aspectos de la vida de un deportista, no están cubiertos.
Hasta hace poco tenía algunos ingresos ejerciendo de entrenador, pero cuando las horas de entrenamiento se empezaron a acumular ya no pudo seguir haciéndolo.
En estos momentos Numa rema afuera del agua en busca de apoyos que le permitan desarrollar su carrera, se plantea pasos cortos. Pero como cualquier atleta, sabe que el camino para Tokio empieza ahora, y tiene ganas de recorrerlo. – (PDA)
