Fletes marítimos a la baja, una demanda global deprimida y mucha incertidumbre

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El mercado de fletes transpacíficos y entre Asia y Europa -servicios que marcan la tendencia en las tarifas globales- está demostrando una reducción de entre 55 y 85 por ciento en relación con las tarifas de 2022, dejando momentáneamente atrás las épocas de ganancias extraordinarias para las compañías marítimas y girando en 180 grados la suerte para los cargadores. De acuerdo con la consultora Drewry, se trata de la mayor reducción de los últimos 7 años, tras aclarar que cada mercado tiene sus particularidades y que, sin embargo, “en el comercio transatlántico y en los mercados de América del Sur las tarifas todavía no alcanzaron los niveles previos a la pandemia”. De hecho, los fletes entre Europa y Estados Unidos, si bien se redujeron en un 32% respecto de 2022, continúan siendo 2,5 veces superiores a los registrados en 2019. En cuando a las tarifas que se pagan en la ECSA (costa este de América del Sur), se nota un patrón similar: están por debajo de sus máximos históricos, pero “la caída comenzó más tarde que en el transpacífico y Asia-Europa y las tarifas todavía están muy por encima de los niveles anteriores a COVID”, según se desprende del indicador elaborador por Freightos (FBX).

“Las tarifas por contenedor de 40 pies en el tráfico Europa-ECSA fue de US$ 2965, es decir, 2,7 veces los niveles de 2019. El índice para la costa oeste de América del Sur arrojaba tarifas de US$ 4302, el equivalente a 2,4 veces los niveles anteriores a Covid”, señala el informe.

Sabor agridulce

No obstante, este indicador muestra que la economía y el comercio globales están desacelerando el crecimiento: la demanda se achica por el alza de precios al consumidor en economías centrales desacostumbradas a estos fenómenos.

El secretario general del Consejo Mundial de Cargadores, James Hookham, manifestó respecto de la situación actual: “Esta baja de los fletes dejó de ser un tema excluyente de las cadenas de suministros o las compañías marítimas. Tanto cargadores como navieras dependen ahora de fuerzas globales y su respuesta a las debilidades estructurales económicas y a las tensiones geopolíticas”. Hookham señaló que predecir volúmenes o requerimientos de inventarios para este año es “bucear en la incertidumbre”. La situación financiera de las economías desarrolladas encuentra restricciones por el lado de las altas tasas de interés que están estableciendo los bancos centrales, y que podrían todavía ir en aumento, agravando el panorama inflacionario y la retracción de la demanda de los consumidores. De esta manera, a pesar del dolor de cabeza que representó para los cargadores las tarifas récord y la disponibilidad de contenedores en el pasado reciente, un comercio débil no es motivo para festejar. Por otro lado, mientras la carga está globalmente atomizada, la industria marítima logró concentrarse no sólo en términos operativos sino en toma de decisiones. En épocas de fletes récord, la decisión histórica y lógica de las navieras es ordenar la construcción de nuevos buques. Y no es infrecuente que la entrega de estos barcos coincida con una época de fletes en baja por los tiempos que tardan los buques en construirse y por la duración de los ciclos de fletes. Esto significa que las compañías marítimas van a tomar decisiones rápido en materia de oferta de bodega (restricción de la capacidad) e, incluso, repensando los beneficios de las alianzas.

Oportunidad

“Este año y el próximo, los líderes de logística tienen la oportunidad de hacer una gran contribución a los resultados de su empresa mediante la reducción de costos, en un momento de condiciones comerciales difíciles”, explicó Drewry. El halo de normalización en las tarifas de los fletes marítimos también se extendió a otro de los grandes reclamos de los cargadores: la calidad del servicio, afectada en los últimos años por la congestión portuaria y las dificultades tanto para conseguir equipos como para reposicionarlos en los mercados de despacho. “Los tiempos de tránsito son dos veces más rápidos que hace un año y la congestión portuaria en los principales puertos se ha reducido en un 50% en América del Norte y un 60% en Europa”, explicó la consultora. https://tradenews.com.ar/

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