Crisis del agua: los alarmantes pronósticos de los meteorólogos sobre las lluvias y cuánto se gastará en obras (Parte II

1
243

TODOS ESPERANDO LA LLUVIA.

Las precipitaciones se convirtieron en un deseo de toda la población. Hasta el cardenal Daniel Sturla publicó un mensaje en Twitter en el que reza para que Dios “conceda la lluvia necesaria” e integrantes de religiones afro también expresaron sus deseos. Pero el agua no llega, casi como si un enorme paraguas se extendiera por todo el sur del país. Cuando se comenzó con esta crisis se dieron algunas precipitaciones y los meteorólogos anunciaron lluvias para mayo y junio, que finalmente no llegaron.

“Los modelos cambiaron, por eso las lluvias que se preveían para el mes de junio no sucedieron”, explica el meteorólogo Cisneros. Estas aguas que nunca llegaron están relacionadas a “fenómenos locales”, que se dan por el cambio de estación y el ingreso de nuevas temperaturas al continente. Para Cisneros, lo mismo pasó con las lluvias significativas que se dieron en el norte del país, no tenían relación con el llamado fenómeno de El Niño. El meteorólogo Bidegain, asesor de Inumet no opina lo mismo. Y dice que las altas temperaturas de marzo y abril, y las lluvias que finalmente no se dieron en mayo ni en junio están relacionados directamente con estos fenómenos de La Niña y El Niño. El fenómeno de El Niño implica el calentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial y en Uruguay, al igual que en las zonas limítrofes que el país tiene con Brasil y Argentina, trae como resultado lluvias más frecuentes que las habituales. No hay fechas ni años seguros en los que llegará, y como contrapartida está el fenómeno de La Niña, que trae menos lluvias de las habituales y explica la sequía de estos últimos tres años. Los dos fenómenos se pueden dar con poca y gran intensidad. Y también hay etapas neutras, dónde ninguno de los dos fenómenos se manifiestan.

¿Qué es el fenómeno de El NIÑO?

Las civilizaciones nativas de América ya conocían este fenómeno del que hoy todos hablan. Los incas tenían registros de temporadas donde las aguas del océano Pacífico subían de temperatura y eso les impedía la pesca. Lo mismo pasa con las primeras generaciones de colonizadores españoles. Pero por aquellos siglos se creía que era un hecho que sucedía en las costas. “En diciembre el agua comenzaba a elevar su temperatura algunos años, y eso hacía que los pescadores se retiraran, porque llegaba El Niño, que es en referencia a la tradición católica, al 25 de diciembre”, explica el Bidegain. En 1970 se comenzó a estudiar en profundidad y con imágenes satelitales se explicó científicamente el fenómeno.

“La falta de lluvia en primera instancia y también la aparición de mayor cantidad de olas de calor en la época cálida, de octubre a marzo, son explicadas por el fenómeno de La Niña”, dice Bidegain. La última ola de calor que Inumet marcó fue el 13 de marzo de 2023, las temperaturas llegaron a los 38 grados. La fase que predominó en los últimos años fue la de La Niña, hasta marzo de 2023, cuando se ingresó a la fase neutra, según los expertos. Para Bidegain el ingreso del fenómeno de El Niño es seguro, y no sólo por los modelos que estudia, sino por la gran cantidad de lluvias que se dieron en Brasil y Argentina, a unos pocos kilómetros de Uruguay. En Brasil, incluso, hubo inundaciones, muertos y deslizamientos de tierras.

—¿Pero cuándo llegan finalmente las lluvias que se necesitan para la cuenca del Santa Lucía?

—Tenemos anomalías positivas de precipitación en la primavera -responde Bidegain-. Eso haría pensar que en setiembre comienzan las lluvias abundantes y recurrentes. Vamos a observarlas primero en toda la zona norte y noreste del país. Lamentablemente no va a llover primero en el sur, sino en Artigas, Rivera y Salto. Entonces tendríamos que decir que se va a empezar a normalizarse de norte a sur la situación. Y que la última cuenca en regularizarse sería la del Santa Lucía.

En su cuenta de Twitter, Inumet informó hace unos días que los últimos reportes indican que “las condiciones de El Niño están presentes y se espera que se fortalezcan gradualmente en nuestra primavera y que se mantengan hasta al menos el próximo verano”. Ante la duda de si la llegada del fenómeno representa el fin de la sequía, el instituto explica en sus redes sociales que este es el componente oceánico, pero que se necesita el acople con el atmosférico. Esto significa que la atmósfera debe empezar a responder al calentamiento oceánico, y es un proceso que puede demorar un tiempo.

LOS PRONÓSTICOS.

Desde el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) manejan las mismas perspectivas que explica Bidegain y el Inumet. La licenciada en Ciencias Biológicas Guadalupe Tiscornia, coordinadora de la Unidad de Agro-Clima del INIA, indica que “hay grandes probabilidades de que se instale el fenómeno de El Niño la próxima primavera-verano”. Eso, desde ya, “lo que trae es más lluvias para esta región” del mundo. Según Tiscornia, en los próximos meses los modelos climatológicos muestran que “se podrían estar normalizando las precipitaciones a nivel nacional, con una perspectiva pensada para setiembre”. Para esta técnica del INIA es importante señalar que desde julio de 2022 “no se registran lluvias abundantes que puedan generar retención de agua en las cuencas”. Es casi un año de espera. Si bien se han dado lluvias, no fueron con el caudal como para retener agua en los ríos, arroyos, cañadas y embalses artificiales, dice la especialista del INIA. Menos han sido suficientes las precipitaciones para llegar a recargar el agua subterránea. “Muy lentamente el agua que no es retenida, se infiltra en el suelo. Pero ahora la recarga de aguas superficiales no ha llegado, y luego de ese proceso es que el agua comienza a llegar a las napas”, dice. “Al llover el agua escurre, eso carga los cursos y es una partecita la que termina infiltrándose”. Pero hay otras voces como la de Cisneros que no son tan alentadoras, en este panorama ya bastante alarmante. “Hay un pequeño retraso en la llegada de El Niño hacia nuestra región”, advierte. “En su principio se preveía que en la primavera podríamos tener lluvias importantes, pero las tendencias ahora estarían indicando que las lluvias importantes, para suplir ese déficit hídrico que tenemos y sobre todo en la zona de la cuenca del río Santa Lucía, comenzarían a llega por el mes de diciembre aproximadamente”, dice el meteorólogo que se hizo famoso en la televisión. De todas formas, Cisneros explica que en estos meses se van a presentar lluvias en diferentes zonas de Uruguay, pero no de la magnitud que se necesitan para que mejore el panorama en Paso Severino. “Eso pasará cuando estemos ante la presencia de El Niño ya instalado, no nos olvidemos que todavía estamos bajo la influencia de La Niña, estamos en una etapa de transición, una etapa neutra del fenómeno”, indica el experto. El panorama es complejo y el final de esta tormenta aún luce bastante incierto. Se avecinan días difíciles.

NO FUERON OÍDOS

Científicos comunicaron el problema en 2022. El escenario de falta de agua para el área metropolitana se podría haber evitado, según afirma un grupo de científicos de la Universidad de la República. En el mes de octubre de 2022 un conjunto de investigadores de la Facultad de Ciencias elaboró un documento marcando los problemas de déficit hídrico de la zona sur del país, y además con sugerencias de medidas que el gobierno podría tomar. Pero este trabajo no tuvo repercusión alguna. El documento titulado “Principales temas ambientales del abastecimiento de agua potable en el sur del país – 2022”, tenía tres pilares fundamentales, pero ya en su instrucción dejaba todo claro: “El abastecimiento de agua potable en el sur del país, en particular en el área metropolitana, experimenta una creciente vulnerabilidad, poniendo en serio riesgo la soberanía nacional en el uso y acceso a agua de calidad”. En opinión del geólogo del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, Marcel Achkar, uno de los firmantes de este documento, “sí se hubiera prestado atención a las recomendaciones que se planteaba, podríamos estar trayendo agua de los ríos Uruguay, Río Negro o de la Laguna Merín. Las soluciones hubieran llevado tres meses o quizás un poco más. Pero hoy en día estaríamos potabilizando esa agua, y no la del Río de La Plata”. Achkar dice que las autoridades siempre “creían que iba a llover”. Pero “cuando los modelos climatológicos y atmosféricos, te están diciendo que eso no va a pasar, negás el problema y no actúas. Lo único que te queda es improvisar sobre la marcha”. Con el paso del tiempo “las medidas que se pueden ir tomando cada vez son de menor grado de libertad” porque “la situación es día a día más urgente y cualquier solución que se piense va a llevar un tiempo de implementación”. La información sintetizada en el documento fue presentada a autoridades del Poder Ejecutivo y también a legisladores. Pero no hubo respuesta, salvo algunas contestaciones e intereses puntuales para entender lo que planteaban. No se generó lo que buscaban, un espacio de diálogo real y luego uno de trabajo para pensar en las obras que se tendrían que haber comenzado a hacer en 2022. https://www.elpais.com.uy/

1 COMENTARIO

  1. El agua de Uruguay es la mas cara de la region , organismo usado como caja de empleos y recaudadora Vivir de secano esta bien para los viejos metodos gtanaderos ,hoy impensable para una poblacion de 1,8 millo9nes de habitantes Uruguay tiene agua hacia el norte le faltan caños para transportarla por haber echo poco y nada por cambiar la matriz de ses tajamar gigante

DEJA UNA RESPUESTA