Inversión por US$4.000 millones apuntalaría infraestructura vial, ferroviaria y portuaria. La posibilidad de que Paso de los Toros se quede con la instalación de la tercera planta de celulosa de Uruguay, genera optimismo en otros actores privados que podrían aprovechar la mejora en la infraestructura vial, ferroviaria y portuaria que la finlandesa UPM puso como condición para llevar adelante la mayor inversión privada en la historia de dicho país (US$ 4.000 millones), señala un reporte de El Observador . Pese a que la decisión definitiva no se ha tomado aún,
en el gobierno dan por descontado que la respuesta será favorable. El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, se encargó hace una semana de anunciar la zona escogida para la instalación del proyecto.- Además, hay optimismo en que se lograrán conseguir con el apoyo de inversores extranjeros los US$1.000 millones que el Estado deberá desembolsar para la mejora de la infraestructura. Para el director ejecutivo Weyerhaeuser -la fábrica de tableros contrachapados estadounidense instalada en Tacuarembó-, Álvaro Molinari, de concretarse la inversión de UPM en su segunda planta en Uruguay, será una «excelente noticia» para todo el sector. El empresario hizo especial hincapié en la modernización y mejora que se abre para el transporte ferroviario. «Todo lo que haga más competitivo el transporte será bienvenido”, manifestó. El negocio de la madera tiene márgenes muy pequeños y los costos logísticos y distancias juegan su peso», explicó. A su juicio, el peso del transporte es tan relevante «como el acceso a la materia prima (a la madera)».
Uno de los aspectos que Molinari espera que cambie con la llegada de una nueva planta de celulosa es la «interfase» que opera hoy entre el tren y el puerto. Actualmente, Weyerhaeuser traslada su producción desde Tacuarembó en tren y camiones hasta un depósito que tiene ubicado en las afueras del terminal portuario de Montevideo, instalación que no permite que los trenes puedan ingresar directamente a embarcar la mercadería en los navíos que atracan en los muelles. «Evitar los traspasos de las cargas sería un gran ahorro», indicó el ejecutivo. Por otro lado, Molinari descartó que la instalación de una tercera planta de celulosa pueda ser perjudicial para los procesadores de madera. Dijo que en el caso de Weyerhaeuser seguramente se transformará en otro cliente para colocar «la fibra» (los árboles más delegados) que salen de la cosecha de sus plantaciones para alimentar a su planta de contrachapados, que demandan otro tipo de materia prima (árboles de mayor diámetro).—
OTROS NEGOCIOS.- Para el director de la consultora logística CLC, Pablo Bobba, el hecho que la tercera planta de celulosa se instale en el centro de Uruguay marca un «cambio interesante» desde el punto de los desafíos que se presentan para la infraestructura, ya que tanto la primera instalación de UPM como Montes del Plata giraron en torno a la infraestructura portuaria. Según el experto «sería ideal» que el Ejecutivo coordinara con los gobiernos de departamentos aledaños el proyecto de la nueva planta para optimizar la ejecución de esos US$1.000 o US$1.200 millones que demandará la infraestructura vial y ferroviaria. Eso porque una mejora de la red física del centro del país puede ser aprovechada por otras cadenas productivas de la zona. Sobre ese punto, Bobba apuntó que se si reconstruye el ramal ferroviario entre Montevideo y Paso de los Toros, se abre una oportunidad para finalmente terminar de explotar las potencialidades de negocios del puerto seco de Rivera, no solo con commodities, sino con otras mercaderías. Lo que permitiría captar carga brasileña para exportarla a través del puerto de Montevideo.-
MADERA PERDERÁ BENEFICIO.- La coyuntura del mercado internacional para la planta de tableros contrachapados Weyerhaeuser sigue siendo compleja y con desafíos Álvaro Molinari, señaló que en el último año Brasil «rompió todos los esquemas» producto del debilitamiento de su moneda. Con ello no solo acapararon el mercado europeo, sino otros destinos relevantes para esta industria uruguaya como México y EEUU. Otro tema que genera inquietud y suma desafíos a la rentabilidad es la pérdida del beneficio del Sistema General de Preferencia (SGP) que Uruguay enfrentará con EE.UU. a partir del 1° de enero de 2017, por ser considerado un país de renta media. Eso porque ya venció la prórroga máxima de dos años a la que el país había accedido. En el caso de la madera, Molinari indicó que a partir del próximo año pasará a pagar un impuesto aduanero del 8%. Weyerhaeuser produce unos 21.000 metros cúbicos de madera por mes y emplea a 650 trabajadores.- (Por MundoMarítimo.cl)