En lo que va del año, Argentina compró a nuestro país 1.090,4 Gigawatts/hora, mientras que a Brasil se exportaron 294,6 Gw/h, totalizando 1.385 Gw/h, poco más de la cuarta parte del total de electricidad generada por Uruguay en estos cinco meses y trece días, que fue de 5.292,7 Gw/h. Según los datos de la Administración del Mercado Eléctrico (ADME), en los primeros 13 días de este mes, el cien por ciento de la generación eléctrica es de fuentes renovables, siempre con preminencia de la hidroeléctrica. Desde el 1º de enero, el 97,1% de la energía generada proviene de fuentes eólica, hidroeléctrica, solar o de biomasa. Si bien no se conocen aún los precios de exportación, sí se conocen las cifras por exportaciones del año pasado que alcanzaron los 103 millones de dólares y el año anterior, 2017, ingresaron divisas por exportación de energía eléctrica por 116 millones de dólares. En abril, el 99,9% de la energía eléctrica generada en Uruguay provino de fuentes renovables, una tendencia que se viene dando en aumento desde el pasado año. El informe de SEG Ingeniería establece detalladamente las fuentes de energía eléctrica durante el pasado mes, donde el 57,1% del total generado provino de las represas hidroeléctricas -particularmente Salto Grande- el 32,1% fue generada por los molinos de viento; un 7,6% dependió de la biomasa (chips de madera o cáscara de arroz, por ejemplo); un 3% fue generado por los paneles fotovoltaicos y solamente el 0,1% fue generado utilizando fuentes térmicas, como el fueloil. UTE cerró 2018 con un 48% de energía generada a base de energías renovables no convencionales. Ese porcentaje, a su vez, se distribuyó entre un 38% de energía eólica, 3% fotovoltaica y 7% biomasa, y el 52% restante de las represas hidroeléctricas. En 2007, el 37% del total de energía eléctrica generada era de fuentes renovables. https://www.eltelegrafo.com
Tal vez se tenga que tomar en cuenta la modernización de las centrales hidroeléctricas y sus embalses. La apuesta al todo eólico està trayendo muchos problemas en cuanto a abastecimiento de electricidad en paises que llevan años apostando a estas tecnologías. La guerra con ucrania mostró claramente los limites de dichas energías “renovables” y el impacto sobre las economias cada vez mas dependientes de ellas.
Tomarlas en cuenta dentro del mix energético puede ser viable pero abrirles el camino como la fuente principal es muy arriesgado.