Alerta en Uruguay por efectos de la guerra Rusia-Ucrania en varios precios domésticos

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Comerciantes uruguayos advierten que conflicto bélico entre rusos y ucranianos afectará en los precios. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha provocado un aumento significativo en el precio internacional de las materias primas, impulsado por el temor al desabastecimiento, lo que a su vez impacta en algunos productos a nivel local que ya corrigen sus precios al alza o lo harán próximamente. Tanto desde el gobierno de Luis Lacalle Pou como desde el ámbito comercial advierten que el conflicto entre esos dos países afectará al mercado de fijación de precios de los alimentos y alertan que la suba se dará de forma “casi instantánea”. Según indicó a El País el especialista en agronegocios y gestor de riesgos en commodities de Gletir, Federico Morixe, “todos los productos del agro están teniendo precios récords por la alta preocupación de abastecimiento a nivel mundial”. Entre las materias primas que más afectan a Uruguay está el trigo que registró una suba del 64% en los últimos 30 días, el aceite de soja que lleva un aumento del 19% o el azúcar con un incremento del 10%, entre otros. Sin embargo, Morixe señaló además que el aumento en el precio del petróleo Brent (que toma Ancap como referencia y que subió un 42% en el último mes) también afectará a otros productos. En este sentido, Álvaro Pena, presidente del Centro de Industriales Panaderos del Uruguay, dijo este martes a El País que se estima un aumento del 20% del valor de la harina por el alza del precio mundial del trigo ante el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que llevaría a la suba del precio de los productos panificados. Además del alza del trigo, Pena señaló que otros insumos utilizados para panificados han subido en los últimos tiempos, como los huevos y la grasa. Pena explicó que el Centro no controla los precios de los panificados en el país, sino que da sugerencias y cada establecimiento fija sus valores según su contexto y necesidades. Asimismo, remarcó que una vez emitidas las sugerencias, dependerá de cada caso específico cuánto demore en hacerse visible al público la suba.

“Todos los costos que vienen, nosotros los tenemos que trasladar, no tenemos otra modalidad”, afirmó Pena, que añadió: “La única otra forma en la que nosotros no tengamos que hacer un traslado del precio es que haya otra solución u otra ecuación que ya no depende de nosotros, sino del gobierno”. Desde el Poder Ejecutivo, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos anunció este lunes en rueda de prensa que se creará un comité para seguir los precios internacionales de ciertas materias primas de alimentos que están afectadas por la guerra entre Ucrania y Rusia. Asimismo, afirmó que el conflicto va a traer una “consecuencia indirecta en los costos de producción de las carnes”. El jerarca de dicha cartera indicó que la suba “va a ser evidentemente trasladada, lastimosamente, a los precios de los panificables y los aceites vegetales. Además de una consecuencia indirecta en los costos de producción de las carnes, principalmente aquellas de más intensiva producción como la aviar y la de cerdo”.

Por su parte, el presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y afines del Uruguay (Cambadu), Daniel Fernández manifestó a El País que a nivel local “no hay cómo parar” la suba de precios porque depende de componentes internacionales. En este sentido advirtió que los precios que “se van al demonio” son principalmente los de la harina, los cereales y los aceites.

“El precio de la harina se va a ir a $ 60 o $ 70 el kilo y por tanto, todo lo que está detrás de esa línea va a subir, como el pan, bizcochos, galletería”, indicó Fernández. En relación a qué medidas se pueden tomar desde Cambadu, el presidente de la gremial señaló que “no se puede hacer otra cosa que esperar” a que los precios se estabilicen.

“No le podemos decir al molino o al Estado que regularice (el precio de) la harina”, manifestó Fernández y descartó por el momento plantear alguna iniciativa al Poder Ejecutivo. “Vamos a esperar cómo sigue esta locura de que los precios suban todos los días”, dijo. De acuerdo con el presidente de Cambadu, pasa poco tiempo entre que los precios de las materias primas a nivel internacional se incrementan y eso se traslada a los precios finales de los productos en los comercios uruguayos. “La suba es rápida, primero llama el proveedor para avisar que determinado producto subió tanto y en un mes tenés todos los precios al alza. Aún no hemos tenido esas llamadas de proveedores pero ya se va a empezar a mover”, alertó. En la misma línea, Morixe explicó que las subas internacionales de los precios de las materias primas “se trasladan casi de forma instantánea” a los productos locales, mientras que las bajas “demoran más” en efectivizarse debido al “nerviosismo del importador que busca esperar un cierto período de tiempo a que los precios no varíen”. De acuerdo con Morixe, tanto Rusia como Ucrania “son grandes exportadores” de materias primas, por lo que actualmente el “temor principal” es el desabastecimiento de los productos. A modo de ejemplo, el especialista en agronegocios señaló que los dos países “tienen el 80% del mercado de aceites de girasol. Al no estar ese porcentaje de mercado sube el precio del aceite, lo que lleva a que los países compradores (no es el caso de Uruguay que tiene producción propia) importen otros aceites y por tanto automáticamente hacen subir el precio de otros productos como la canola o la soja”. Por tanto, al subir el precio de la soja, se da un incremento también en la harina de soja (un insumo clave en algunos productos uruguayos) “y ahí vemos automáticamente un impacto directo en (los precios de) chorizos, embutidos y chocolates, por ejemplo”, señaló Morixe.

Los efectos comerciales y financieros según CPA Ferrere

La consultora CPA Ferrere elaboró un informe titulado “Impactos económicos de la guerra Rusia-Ucrania”. Además del análisis de los efectos a nivel global, incluye un apartado sobre Uruguay. “Si bien Uruguay mantiene vínculos comerciales con ambas naciones involucradas en el conflicto, su peso en el comercio exterior uruguayo es poco significativo. De acuerdo con datos del Instituto Uruguay XXI, en los últimos cinco años, las exportaciones hacia Rusia representaron en promedio el 1,4% del total exportado, mientras que las exportaciones hacia Ucrania representan apenas el 0,01%. En cuanto a las importaciones, en el mismo período, el 0,79% de las mismas fueron de origen ruso, mientras que el 0,02% provinieron desde Ucrania”, señaló CPA Ferrere. “En línea con esto, no es esperable que se observen grandes impactos sobre el comercio exterior. Sin embargo, los eventuales impactos sobre el crecimiento económico global y de Europa en particular, pueden implicar una contracción de la demanda externa”, advirtió. “En el mismo sentido, si bien a nivel general no se observarían grandes impactos, algunos sectores son más sensibles. Este es el caso del sector exportador de productos lácteos”, indicó el informe. En ese sentido, según los datos de Trademap, “en 2020 Rusia fue el cuarto destino de exportación de leche y sus derivados (sin contar zonas francas). En particular, de acuerdo a datos de la Dirección Nacional de Aduanas, el 18% del total de las exportaciones de quesos y el 52% de las exportaciones de manteca, tuvieron ese destino. De este modo, el sector lácteo puede verse afectado de forma más significativa”, alertó la consultora. Por otro lado, el informe hizo hincapié en que “uno de los principales impactos directos del conflicto se vincula con el incremento en el precio del petróleo” que tuvo “un significativo aumento en los últimos días”. En particular, el Brent pasó de cotizar a US$ 97 por barril el 23 de febrero a US$ 127,98 ayer. “Lo mismo sucedió con otros commodities energéticos, en la medida que Rusia es un gran exportador y las interrupciones en los flujos comerciales impulsaron los precios”, añadió.

“Esto se traduce en mayor presión sobre los precios de los combustibles” en Uruguay, recordó la consultora.

“Hasta el momento, el gobierno ha trasladado de forma parcial el aumento de los costos al precio final de venta al público. Así, pese a los aumentos registrados en febrero y marzo, tanto el precio de la nafta como del gasoil se ubican 5% por debajo del valor que sugiere el precio de paridad de importación. Esta brecha debería cerrarse en el corto plazo, lo cual presionará al alza el precio de los combustibles y, por consiguiente, a la inflación”, explicó el informe.

“A su vez, los fertilizantes, otro insumo relevante para la producción agropecuaria, también han aumentado su precio de forma considerable, lo cual, junto con el aumento de combustibles, implica un incremento de los costos” a la hora de producir, enfatizó. En ese sentido, la “urea granulada (fertilizante a base de nitrógeno) aumentó 35% desde la semana previa a la invasión”, añadió el informe. “Por otro lado, el repunte en el precio de algunos commodities de exportación representa un shock positivo. De todos modos, los productos que se ven directamente afectados, como el trigo, no se encuentran dentro de los principales bienes de exportación, por lo que el impacto neto sobre los términos de intercambio es negativo”, indicó CPA Ferrere. El precio del trigo en el mercado de Chicago alcanzó a los US$ 500 la tonelada, algo que no se veía desde la crisis global de 2008. Es que Rusia y Ucrania concentran alrededor del 30% de las exportaciones mundiales de dicho cereal, recordó el informe.

Dólar

La consultora afirmó que “en materia financiera Uruguay ha acompañado las tendencias internacionales”. El dólar tiende a fortalecerse a nivel global. “Se destaca el fortalecimiento frente al euro, el cual se depreció 3,4% entre el día previo a la invasión (23 de febrero) y el 4 de marzo”, indicó el informe. “El fortalecimiento del dólar frente a monedas avanzadas es una tendencia que, si bien puede haberse intensificado, ya venía ocurriendo en los últimos meses. La novedad entonces, surge de la interrupción (al menos transitoria) de la apreciación que se observaba en las monedas emergentes. Dicha interrupción fue generalizada, observándose tanto en países latinoamericanos como asiáticos”, señaló. En ese sentido, “el peso uruguayo registra una depreciación de 0,6% desde el día de la invasión, en línea con lo que ha sucedido con otras monedas emergentes, que no ha compensado la apreciación observada anteriormente. Así, en el acumulado del año el peso se apreció 4,6% frente al dólar. La evolución futura del tipo de cambio dependerá de la evolución del conflicto y de la respuesta de política monetaria que tomen las autoridades internacionales y locales”, aseguró CPA Ferrere. Por último, “el indicador EMBI global alcanzó su nivel máximo desde junio de 2020. Sin embargo dicho incremento también varió significativamente entre países. A modo de ejemplo (y dejando de lado Ucrania y Rusia que presentaron las mayores subas) el riesgo país en Polonia se multiplicó por cuatro desde el 23 de febrero, mientras que países más alejados como Uruguay registraron subas de menor magnitud”, concluyó.  https://www.elpais.com.uy/

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