Investigadores alertan que la acumulación marina de sargazo en 2025 es la más grande desde que se tiene registro. El océano Atlántico registra en 2025 una acumulación histórica de sargazo, con un volumen estimado de 31 millones de toneladas métricas, según datos del Sargassum Watch System (SaWS) de la Universidad del Sur de Florida (USF). Este nivel supera en un 40 % el récord anterior de 2022 y representa la mayor proliferación de esta alga flotante desde que comenzó el monitoreo satelital en 2011. El cinturón de sargazo se extiende por más de 5.500 millas náuticas, desde África occidental hasta el Golfo de México, afectando de forma directa a zonas costeras del Caribe, la península de Florida y el litoral mexicano, especialmente en estados como Quintana Roo.
Impacto en playas y turismo
Playas de Miami Beach, Key Biscayne y zonas portuarias de Florida ya muestran acumulaciones visibles de sargazo, mientras que en México se han desplegado más de 9 kilómetros de barreras flotantes frente a destinos turísticos como Playa del Carmen y Puerto Morelos. En el Caribe oriental, islas como Barbados, Guadalupe y Dominica también reportan afectaciones, con impacto en la actividad turística y en las reservas hoteleras.
Causas ambientales y humanas
Expertos atribuyen el aumento del sargazo a una combinación de factores:
*Cambio climático y calentamiento oceánico, que favorecen el crecimiento de algas.
*Descargas de nutrientes desde grandes ríos como el Amazonas y el Misisipi.
*Uso intensivo de fertilizantes agrícolas que aportan nitrógeno y fósforo al mar.
La combinación de sequías prolongadas y lluvias intensas agrava el fenómeno, al arrastrar grandes volúmenes de materia orgánica desde tierra firme hacia el océano.
Consecuencias ecológicas y sanitarias
La llegada masiva de sargazo a las costas impacta gravemente los ecosistemas marinos. Su descomposición genera gases como sulfuro de hidrógeno y amoníaco, que pueden provocar problemas respiratorios y náuseas en poblaciones cercanas. Además, el alga impide el paso de luz solar, afectando arrecifes, manglares y pastos marinos, y reduce los niveles de oxígeno en el agua, lo que puede causar la muerte de peces y otras especies.
Posibles soluciones en estudio
Frente a la magnitud del problema, universidades y centros de investigación exploran usos alternativos del sargazo, incluyendo su conversión en biocombustibles, materiales de construcción y filtros para agua, aunque se enfrentan a desafíos por la alta presencia de metales pesados. También se estudian métodos como el hundimiento controlado para capturar carbono, aún en fase experimental.
¿Qué se espera en los próximos meses?
El periodo más crítico se proyecta entre junio y agosto, según el sistema SaWS. El monitoreo satelital continuará para anticipar la llegada de las algas y facilitar medidas preventivas en las zonas costeras más vulnerables.
Visión Marítima