EE.UU. ejecuta una operación de interdicción marítima y toma control de un petrolero sancionado cerca de Venezuela

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10 de diciembre de 2025 – Mundo 

Las fuerzas militares de Estados Unidos llevaron a cabo este miércoles una operación de interdicción en el Caribe que culminó con la toma de control de un petrolero sancionado, detectado en un área próxima a la zona económica exclusiva de Venezuela. La acción se enmarca en el refuerzo operativo que Washington mantiene desde hace semanas en aguas del hemisferio occidental.

El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó el hecho al asegurar que su país “acaba de incautar un petrolero frente a la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”. Añadió también que el cargamento de crudo quedaría en manos de EE.UU.: “Supongo que nos quedaremos con el petróleo”.

De acuerdo con información divulgada por autoridades estadounidenses, el abordaje se llevó a cabo mediante unidades aéreas y personal especializado proveniente de un buque militar destacado en la región. Equipos de la Guardia Costera, del FBI y de investigaciones federales participaron en el operativo, que se ejecutó bajo una orden de incautación vinculada a violaciones de sanciones petroleras.

La operación se realizó sin incidentes y formó parte de una investigación vigente sobre redes que transportan crudo sujeto a medidas restrictivas. Washington sostiene que estas actividades generan flujos financieros para estructuras ilícitas y actores sancionados.

Aunque las agencias de EE.UU. no divulgaron públicamente datos formales del buque —como nombre, pabellón o puerto de zarpe— empresas privadas de análisis marítimo indicaron que la unidad corresponde a un petrolero asociado a operaciones de transporte de crudo venezolano bajo esquemas opacos. Estas fuentes señalan que el barco habría recurrido durante meses a técnicas de ocultamiento de posición, como la transmisión de coordenadas falsas, maniobra que dificulta la trazabilidad en plataformas como MarineTraffic.

El Gobierno de Venezuela calificó el episodio como un acto hostil que afecta su soberanía y lo enmarca en la confrontación bilateral que mantiene con Washington. Autoridades de Caracas sostienen que la incautación forma parte de una política orientada a limitar sus exportaciones energéticas y denunciaron que acudirán a foros internacionales.

Analistas consultados coinciden en que la detención de un petrolero de gran porte en estas circunstancias podría elevar la percepción de riesgo entre navieras que transportan crudo venezolano. La amenaza de sanciones secundarias, sumada a la presencia militar estadounidense en el Caribe, podría alterar rutas habituales y encarecer seguros y costos logísticos.

Venezuela, cuya industria petrolera opera muy por debajo de su capacidad debido a sanciones y problemas estructurales, depende en gran medida de intermediarios para colocar su producción, principalmente en mercados asiáticos. Un aumento de los controles marítimos podría restringir aún más ese flujo.

Desde noviembre, EE.UU. mantiene en el Caribe uno de sus despliegues navales más amplios de los últimos años, con capacidades aéreas y navales combinadas. Washington argumenta que este dispositivo responde a operaciones antinarcóticos, mientras que Caracas lo interpreta como una amenaza directa a su estabilidad política.

El incidente ocurre además en medio de una fuerte tensión diplomática, marcada por acusaciones cruzadas y advertencias militares. En Venezuela, el gobierno ha reforzado posiciones en zonas fronterizas y litorales, alegando la posibilidad de acciones “desestabilizadoras”.

Visión Marítima

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