El Red Rooster III, un yate de pesca deportiva de EE.UU., ha sido detectado varias veces dentro del Parque Nacional Revillagigedo, una de las áreas marinas protegidas más importantes de Norteamérica. Hasta ahora, no ha enfrentado sanciones.
El Parque Nacional Revillagigedo, declarado en 2017 como la mayor área marina protegida de Norteamérica, prohíbe toda actividad extractiva, incluida la pesca. Aun así, científicos del Scripps Institution of Oceanography aseguran que el yate Red Rooster III, operado desde San Diego por la empresa Lee Palm Sportfishers, ha ingresado al parque de forma ilegal durante al menos ocho años.
Gracias a tecnología satelital gratuita como Skylight y Global Fishing Watch, los investigadores han documentado varias incursiones del barco en aguas mexicanas, donde se observan movimientos compatibles con la pesca de especies como el atún o el wahoo. Además, acusan a la embarcación de apagar su Sistema de Identificación Automática (AIS) dentro del parque, lo cual está prohibido y suele usarse para evadir vigilancia. Una publicación en redes sociales del 29 de enero refuerza la acusación: muestra a dos pescadores a bordo del Red Rooster III posando con ejemplares recién capturados, presuntamente dentro del área protegida. A pesar de que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) notificó el caso a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), hasta la fecha no se han tomado acciones legales concretas. Solo la Secretaría de Marina (Semar) informó recientemente el inicio del proceso para revocar el permiso turístico del yate en aguas mexicanas.
Expertos denuncian la falta de coordinación entre autoridades y la ineficacia para sancionar delitos ambientales, especialmente cuando están involucradas embarcaciones extranjeras. Fabio Favoretto, investigador del Scripps, resume la frustración: “¿De qué sirve proteger por decreto un área natural si la ley no se cumple?”
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