El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió el miércoles en Madrid en su visión poco ortodoxa sobre la guerra en Ucrania, pero la aprobación del acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE) firmado en 2019 y aún pendiente de ratificación parecía más cerca tras las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En la segunda y última escala de la primera gira europea de su tercer mandato presidencial, Lula sostuvo que ”los brasileños condenamos la violación territorial de Rusia contra Ucrania (…) pero nadie habla de paz.“ También argumentó que Rusia y Ucrania necesitan negociar la paz y que ”no tiene sentido decir quién tiene razón“.
”El error ocurrió, empezó la guerra“, explicó Lula. ”Ahora lo que tenemos que hacer es parar la guerra“, añadió. ”No hay nadie que diga paz, excepto yo, que grito paz como si estuviera solo en el desierto“, dijo el líder brasileño, que visitó Portugal antes de partir hacia Madrid. Los comentarios de Lula se produjeron casi al mismo tiempo que el presidente chino, Xi Jinping, llamaba a su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, para pedirle que iniciara negociaciones de paz con Moscú porque ”no hay vencedores en una guerra nuclear“. El viaje de Lula a China a principios de mes y su reunión con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, en Brasilia irritaron a Washington y Bruselas. Sánchez recordó a Lula que el conflicto comenzó con la invasión rusa, en febrero de 2022. ”En esta guerra hay un agresor y hay un agredido: el agresor es (el presidente ruso, Vladimir) Putin, y el agredido, en este caso, es un pueblo que lo único que hace es luchar por la integridad territorial, por su soberanía nacional y por su libertad“, dijo, cuestionando así implícitamente las declaraciones de Lula de días atrás, cuando dijo que las responsabilidades por la guerra desencadenada eran compartidas, por lo que Estados Unidos se apresuró a acusarle de ”hacerse eco de la propaganda rusa y china“. En cuanto al acuerdo UE-Mercosur, Madrid y Brasilia esperan aprovechar que este año ocuparán las presidencias pro témpore de cada bloque para cerrar de una vez por todas el acuerdo comercial al que todavía se resisten algunos países europeos, en parte por la preocupación por las políticas medioambientales del expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
”Como saben, Brasil va a presidir el Mercosur en el segundo semestre de este año, coincidiendo con la presidencia española del Consejo de la Unión Europea“, recordó Sánchez. ”Esta coincidencia de ambas presidencias creo que representa una extraordinaria oportunidad para intentar materializar nuestro acercamiento“, añadió el líder español, recordando que España ”mantiene un firme compromiso para avanzar en la ratificación de este importante acuerdo comercial“. Con la presidencia española de la UE, que comienza el 1 de julio, ”podemos tener la posibilidad de cerrar este acuerdo“, añadió. Sin embargo, varios países europeos, sobre todo Francia, siguen reticentes, y el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió a finales de febrero que el acuerdo ”no sería posible” si los países del Mercosur no respetaban las mismas limitaciones medioambientales que los agricultores europeos, que temen que puedan entrar en su mercado más productos agrícolas sudamericanos con estándares de producción más bajos. https://es.mercopress.com/
