La experiencia olímpica pasó, y dejó huella. Pero ahora la velerista sanducera Dolores Moreira tiene como premisa sumergirse nuevamente en los estudios, aunque esto no impedirá volver a bajar al agua para afrontar algunos campeonatos internacionales.-En Montevideo, donde inició la tarea para retomar los estudios, la sanducera dejó constancia que la experiencia de Rio 2016 con solo 17 años fue importante para continuar con el crecimiento deportivo.-“Estuvo tremendo, fue una experiencia enorme”, dijo “Lola”, quien se mostró conforme con su rendimiento más allá de que no se dieron las condiciones en cuanto al viento para poder estar más arriba.
“No se tuvo suerte en cuanto al viento que me convenía, pero puedo decir que estoy entre las mejores 25 del mundo”, afirmó. Moreira tenía en claro a qué iba a Rio 2016. “Tenía asimilada cuál era la realidad, y que traer una medalla no era el objetivo, porque hay mucho para aprender si se pretende plantear subir al podio. Estuve tranquila, sabía que tenía que ganar experiencia”, relató.-Para la sanducera no se dieron las condiciones que la favorecen para haber podido estar más arriba en la cita olímpica de Laser Radial. “Fue mala suerte, porque terminamos nosotras y al día siguiente apareció el viento típico de Rio, es decir nada. Pero te toca lo que te toca, y hay que navegar con eso”. Físicamente “me sentí muy bien, pero todavía tengo que subir el peso” para poder afrontar con mayores posibilidades una competencia con las condicionantes que se vivieron en Rio. “Subí para los Juegos, pero todavía falta”, dijo.A la hora de repasar los sucedido en la cita olímpica, el haber sido abanderada de Uruguay en la ceremonia inaugural está sin dudas en lo alto del podio. “Fue una emoción enorme, una locura. En ese momento solo pensaba en no caerme ni en tirar la bandera. Después, cuando vi que en las gradas había banderas uruguayas, intenté relajarme y empezamos todos a gritar y saltar”, relató. Si bien Moreira ya tiene en su haber una participación en los Juegos Olímpicos Juveniles, “hay una diferencia enorme con lo que se vivió en Rio, con una villa impresionante, con los deportistas más famosos del mundo comiendo a tu lado”.
Los Juegos ya son historia. “Lola” comenzó a sumergirse en los libros, pero también en el futuro deportivo dado que, lógicamente, el objetivo a largo plazo es clasificar a Tokio 2020, con más experiencia y en búsqueda de un sitial más alto en la tabla de posiciones.- Por lo pronto, en octubre bajará al agua para participar en la Semana de Buenos Aires, tiene pensado competir en la Copa Brasil, para cerrar el año en el Mundial Juvenil de Nueva Zelanda, a llevarse a cabo en diciembre. Hay ganas de seguir aprendiendo, arriba y abajo de su Laser Radial. – (El Telégrafo)
