El problema requiere «acciones urgentes» para reducir los gases de efecto invernadero y mejorar el tratamiento de aguas residuales. La falta de regulación de la actividad pesquera y la contaminación constituyen las principales amenazas para los arrecifes de coral en Mesoamérica, un problema que requiere «acciones urgentes» para reducir los gases de efecto invernadero y mejorar el tratamiento de aguas residuales. Así lo alertaron este jueves expertos consultados por Efe en Honduras, cuyo índice de salud arrecifal disminuyó, principalmente por reducciones dramáticas en los peces. Las principales amenazas para los arrecifes de México, Belice, Guatemala y Honduras, países que forman parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), son «la sobrepesca y toda la contaminación por las fuertes terrestres, como agua residual y agroquímicos», indicó Jenny Myton, experta de la ONG Coral Reef Alliance.
Los arrecifes coralinos «brindan protección» en los 1.000 kilómetros de costas que tiene Mesoamérica y a pesar de estar presente solo en el 0,09 % del planeta, es «la casa del 25 % de toda la vida marina», subrayó. Más de 500 millones de personas dependen del pescado como única fuente de proteínas, señaló Myton, quien dijo además los arrecifes coralinos son «la base» del turismo de la isla de Roatán, en el Caribe de Honduras. A pesar de los beneficios que proporcionan, el mundo reporta «deterioro» de los arrecifes y para garantizar su conservación se requiere un compromiso de las autoridades, organizaciones no gubernamentales y el sector privado, añadió.
CAMBIO CLIMÁTICO AMENAZA ARRECIFES
Otra de las amenazas que enfrentan los arrecifes es el cambio climático, ya que el incremento de la temperatura provoca un blanqueamiento de coral y brotes de enfermedades, enfatizó. Según un estudio divulgado hoy en Tegucigalpa por la ONG Arrecifes Saludables para Gente Saludable, el 46 % de 286 sitios monitoreados en Mesoamérica están en mal estado y solo un 8 % están en buena condición. Los mayores descensos se registran en Honduras, donde los sitios buenos cayeron del 20 % al 4 % y los críticos aumentaron del 6 % al 15 %, según el reporte. Sin embargo, las macroalgas carnosas y la cobertura coralina «mejoraron ligeramente, pero la biomasa de peces comerciales y herbívoros disminuyeron de manera significativa».
UN BUEN MANEJO, LA MEJOR MEDICINA
Myton destacó la importancia de trabajar «en reducir las amenazas» que afectan al coral, para que pueda «seguir viviendo y adaptándose a las condiciones», de lo contrario podrían llegar a desaparecer en los próximos años. «En algunos (lugares) ya ha desaparecido (el coral), es muy triste, el arrecife no solo es algo vistoso, sino que nos produce pesca y generan ingresos al turismo», y si no se toman medidas, «todo eso va a desaparecer», agregó. En su opinión, la mejor medicina para salvar esta joya de la diversidad es «el manejo y el cariño humano», así como regular la actividad pesquera. Ambientalistas señalan además la necesidad de ampliar las áreas protegidas y e incluir en el sistema judicial «multas más fuertes y estrictas» para la pesca ilegal y la destrucción de manglares.
HONDURAS DEBE «CELEBRAR»
La proliferación de macroalgas amenaza la resiliencia de los arrecifes, ya que a medida que crecen sobre los corales, evitan el asentamiento larval y compiten por espacio, alertaron los expertos. Sin embargo, el representante de Arrecifes Saludables para Gente Saludable en Honduras, Ian Drysdale, indicó que el país debe «celebrar» que la cobertura de coral ha incrementado y la de macroalgas carnosas ha disminuido, lo cual calificó de «positivo». Pero alertó de que hay «una grave disminución en la pesca, los peces tanto herbívoros como de importancia comercial se han reducido drásticamente y eso nos preocupa», debido a que ha causado una reducción en el índice de salud arrecifal.
«ACELERAR EL PASO»
Según el estudio de Arrecifes Saludables para Gente Saludable, el crecimiento excesivo de algas está relacionado con poblaciones bajas de herbívoros y contaminación de nutrientes debido al «ineficiente manejo de las aguas residuales y las actividades agrícolas insostenibles». Drysdale destacó la necesidad de «acelerar el paso» para salvaguardar los arrecifes, ya que contra el cambio climático «no nos podemos dormir, hay que hacer las acciones ya». «Si no trabajamos juntos no vamos a lograr hacerlo», subrayó el experto, quien instó a los países a aumentar la inversión en infraestructura de saneamiento y regular la pesca. Fuente: EFE https://www.montevideo.com.uy/