Barcos llegaban a esperar hasta 40 días para cargar granos según estudio.- La demora de los buques de carga en el puerto de Nueva Palmira generó un costo extra de más de US$ 2 millones para la anterior cosecha de granos. Igualmente, ese valor es sensiblemente inferior al de un año atrás.- El instituto Nacional de Logística (Inalog) presentó el miércoles un informe sobre la operación de cargas de buques dedicados a la exportación de soja y trigo en el puerto de Nueva Palmira. Uno de los temas abordados fue el de los tiempos de espera que tienen los buques de carga en la terminal.
– Dentro de la presentación, el Inalog realizó un cálculo del costo que las demoras de esos buques generan a las exportaciones de granos locales. Allí, Gastón Soler, jefe de ingeniería del Inalog explicó la metodología. «Partimos de valores teóricos que se manejan en los contratos de fletamento de buques graneleros donde se estipulan ciertas tasas efectivas de carga y una penalización en dólares por día de demora o en caso contrario de una bonificación por despacho anticipado», explicó. Agregó que lo realizado fue una «liquidación ficticia, ya que es imposible acceder a los datos reales de los fletes por ser contratos que se realizan caso a caso. Es un ejercicio teórico para aproximarnos a una liquidación de todas las demoras que tuvieron los buques en nueva Palmira».-Sobre esa base, informó que en el primer período analizado —la zafra 2013/2014— se observó un costo bastante importante por concepto de demora de los buques que llegó a los US$ 21,5 millones. Eso significó un costo US$ 8,11 por tonelada de soja y de casi US$ 2 por tonelada para el caso del trigo. Pero el análisis siguiente, correspondiente a la temporada 2014/2015 esos valores fueron sensiblemente menores al llegar a US$ 2,1 millones. Los mejores resultados pueden atribuirse por un lado a un menor nivel de actividad y por otro a una mejora de la infraestructura en las terminales.
Los datos del Inalog fueron aportados durante un evento organizado por el Banco Mundial donde se presentó el informe «Logística de la soja. Argentina, Paraguay, Uruguay». En ese estudio también se mencionó que los accesos terrestres y fluviales del puerto de Nueva Palmira son los principales escollos de la terminal. Por el lado fluvial se indicó que si bien la capacidad de descarga de las barcazas (10.000 toneladas por día) se compara favorablemente con otras instalaciones portuarias, las maniobras múltiples entre la zona de amarradero y el muelle de descarga penaliza fuertemente la eficiencia del proceso.- El documento del Banco Mundial sostuvo que del lado marítimo la espera de los buques para entrar al puerto es el principal cuello de botella identificado por los operadores y está encareciendo la terminal y por tanto también la cadena.- «El tiempo de espera promedio en la cosecha 2013/ 2014 fue de aproximadamente 20 días, aunque algunos operadores han señalado esperas de hasta 40 días. Del mismo modo, y en virtud de la disminución de la dimensión permitida en los trenes de barcazas, el transbordo fluvio-marítimo se ha vuelto otro cuello de botella para alcanzar una mejor eficiencia logística», dijo el informe. El Inalog manejaba los mismos datos de demora de la cosecha 2013/2014, pero también los amplió a la última. Soler explicó que de ese promedio de 20 días se pasó a uno de 7,5 días, sin superar en ningún caso los 20 días.– Añadió que luego de conocer los tiempos de espera se buscó identificar algunas causas que los generaron. Una de ellas fue la estacionalidad. Indicó que la estacionalidad se da «por el comienzo de la cosecha de los granos en Uruguay que es, dependiendo de la zafra, por marzo y su término está dado básicamente por las condiciones que fijan los compradores donde a partir de septiembre y octubre empiezan a mirar hacia otros mercados más atractivos como Estados Unidos». Entonces, dijo que «el pico de la zafralidad se puede ver más acentuado aún dependiendo de la dinámica de los precios internacionales. En un mercado donde los precios a futuro se prevén que van a estar más bajos eso puede hacer que los exportadores quieran sacar su mercadería cuanto antes el grano y eso acerca los embarques al momento de la cosecha».
Otro aspecto mencionado fue la preferencia de ciertos cargadores por alguna de las terminales del puerto en función de su especialización.-«Algunas van tomando mayor participación al principio hasta llegar a un momento donde se genera un efecto cascada hacia otras terminales y analizando la actividad en ellas se observa que cuando están más exigidas generan mayores tiempos de espera», explicó Soler. En ese sentido, el informe del Banco Mundial recordó que Nueva Palmira cuenta con tres terminales privadas.-Señaló que Corporación Navíos es la mayor terminal granelera de Uruguay ya que cuenta con una capacidad de almacenaje de 460.000 toneladas repartidas en nueve silos que se comunican con dos muelles mediante un sistema de túneles y cintas cubiertas.
Añadió que la segunda terminal de Nueva Palmira es Terminales Graneleras del Uruguay (TGU). Su capacidad de almacenaje es de 72.000 toneladas compuesta por 20 silos verticales de hormigón y dos galpones-silo.- Por su parte, señaló, Ontur es una terminal multipropósito cuya principal actividad ha sido el transbordo de celulosa que llega en barcazas desde la pastera UPM en Fray Bentos.
ACTIVIDAD BAJA 11% EN 5 MESES.- Los últimos datos disponibles en el Inalog sobre la actividad del puerto de Nueva Palmira refieren a los primeros cinco meses del año y allí se marca una caída de 11% —medida por su peso en toneladas— en la comparación interanual. Las cargas de exportaciones uruguayas tuvieron un descenso de 28% entre enero y mayo de este año. En esta operativa disminuyeron 48% las cargas de soja y 24% las de trigo. En contrapartida, crecieron 11% las exportaciones de celulosa.– En el caso de los tránsitos se verificó un aumento de 12% en la comparación interanual. Allí, la suba exponencial se registró en los tránsitos de maíz con un incremento de 118% y de 120% en el rubor de mercaderías varías, según la información del inalog.- (El País)