Un equipo de la Universidad Estatal de Pensilvania detectó señales de radio provenientes de debajo del hielo antártico, un hallazgo que desafía las expectativas científicas actuales. El descubrimiento se realizó con el experimento ANITA, que utiliza globos equipados con detectores para buscar partículas cósmicas en la Antártida. Las señales registradas mostraron ángulos de incidencia hasta 30 grados por debajo del hielo, lo que implicaría que las partículas habrían atravesado grandes cantidades de roca sólida, algo improbable según las leyes conocidas de la física. El equipo inicialmente consideró que se trataba de neutrinos, partículas subatómicas muy difíciles de detectar, pero descartaron esta posibilidad debido a las características de las señales. Stephanie Wissel, física del proyecto, reconoció que el fenómeno aún no se comprende y que no se ha observado algo similar en otros observatorios.
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