China presiona al gobierno por la compra de buques para la Armada

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La adquisición, demorada desde hace meses, generó malestar con Estados Unidos. ¿Habrá una tercera vía? El gobierno de China inició un avance diplomático para presionar al ejecutivo de Luis Lacalle Pou y lograr que finalmente se concrete la adquisición por parte de la Armada uruguaya de dos buques de patrullajes de la empresa CSTC (China Shipbuilding Trading Company). El astillero estatal chino fue el único que cumplió en un 100% con las especificaciones de la licitación, cuya resolución está demorada desde septiembre pasado. Las otras dos compañías en liza fueron Kership y Damen. El viernes pasado, China convocó al embajador de Uruguay en ese país, informó el portal especializado Infodefensa. En la charla, el gobierno de Pekín le hizo saber que consideraba a Uruguay como un país serio en sus negocios y apegado al derecho, mencionando que esperaban que pronto se destrabe la compra de los buques.

Una situación compleja para el gobierno

La adquisición por parte de la Armada de los buques chinos abrió dos frentes para el ejecutivo de Lacalle Pou. Por un lado, uno interno, puesto que los militares no esconden su deseo de contar con esas embarcaciones cuanto antes. “La Armada necesita de forma urgente medios. En los puertos está la gran llave para el desarrollo del país”, dijo meses atrás el comandante de esa fuerza, almirante Jorge Wilson. Y otro frente externo, con Estados Unidos manifestando su malestar en caso de que se avance con la compra de los buques de CSTC. Desde la embajada estadounidense en Montevideo transmitieron al presidente de la Comisión de Defensa del Senado, Carlos Daniel Camy, que una cosa era tener una relación comercial basada en la exportación de materias primas y otra muy distinta comprar a Pekín material bélico. Incluso Washington llegó a ofrecer dos barcos propios al gobierno de Luis Lacalle Pou como alternativa a la compra de los buques patrulleros de CSTC.

Uruguay y una tercera vía

Pero el gobierno uruguayo optaría por una tercera vía, interpretada por China como una concesión a la presión de Estados Unidos, e inició conversaciones con Noruega por tres buques Nordkapp, que están por ser dados de baja por el país europeo. La relación entre Uruguay y China no pasa su mejor momento. La expectativa del gobierno local por un rápido tratado de libre comercio (TLC) chocó contra un Pekín que ha decidido postergar los pasos formales de las negociaciones bajo la excusa del reordenamiento del equipo negociador. En el trasfondo de esa decisión se encuentra el regreso al poder de Lula da Silva en Brasil, un socio comercial de mayor peso para China y compañero dentro del bloque de los BRICS. La opinión de Brasilia será clave para que se destrabe o no las conversaciones. https://www.ambito.com/

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