El Mercosur atraviesa “una nueva reconfiguración de fuerzas” tras la asunción en Argentina de Mauricio Macri, determinado por “el interés de otorgarle un perfil más comercial y económico, por sobre el político y social”, indicó el doctor en Relaciones Internacionales, Ignacio Bartesaghi.-
Identificó posiciones similares entre los gobiernos de Uruguay, Argentina y Paraguay, así como también parte de la sociedad brasileña representada por los empresarios y la oposición. En una columna de análisis, el director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica sostuvo que se intenta “volver a otorgarle mayor énfasis al pilar comercial, justo en momentos en que a nivel internacional se registraron cambios que están definiendo las condiciones de producción e intercambio comercial para las próximas décadas”. Para Bartesaghi, desde hace tiempo se observa que “el proceso de integración regional se ha transformado más en un foro político que en un acuerdo económico y comercial”.- En la última reunión de presidentes del bloque el pasado 21 de diciembre en Asunción, de los 39 puntos incluidos en el comunicado final solo uno refiere al área económica y comercial. Esta tendencia se confirma al analizar las decisiones aprobadas por el Consejo del Mercosur en los tres últimos años, donde cerca del 65% de las normas aprobadas (lo que no implica que estén vigentes) refieren al área institucional y política. Según el experto en Relaciones Internacionales, para avanzar en materia económica es necesario lograr una mayor supranacionalidad, mejorar la calidad institucional, superar las trabas que enfrenta la zona de libre comercio, incorporar las nuevas disciplinas del comercio internacional, consolidar la unión aduanera e implementar el mercado común, entre otros aspectos. “Para Uruguay se abre una oportunidad histórica para plantear un Mercosur más activo en el área comercial, pero especialmente en su agenda externa, una necesidad para cualquier país en las nuevas realidades impuestas por el Siglo XXI, pero todavía de mayor importancia para un país pequeño”, concluye Bartesaghi.- (El País)
