Los ministros de Pesca de la Unión Europea alcanzaron en la madrugada del miércoles un acuerdo unánime en Bruselas para definir las condiciones de pesca en las aguas comunitarias durante 2025.

Un pacto tras intensas negociaciones

El acuerdo llegó tras dos días de debates marcados por tensiones, particularmente en torno a las propuestas de reducción de días de pesca en el Mediterráneo. España, entre otros países, se opuso inicialmente a los recortes drásticos planteados.

El ministro español Luis Planas calificó como “buenos resultados” los términos finales, que incluyen medidas para mitigar el impacto socioeconómico:

Mediterráneo: Los barcos de arrastre podrán operar 130 días, frente a los 27 inicialmente propuestos, mediante un sistema de compensación basado en prácticas sostenibles.

Atlántico: Se lograron aumentos en las cuotas de especies clave como la merluza sur, el rape y el gallo. Sin embargo, el jurel enfrentará un recorte significativo del 65,9%.

Compensaciones y sostenibilidad

El acuerdo incorpora un mecanismo que permite a los pescadores aumentar días de faena si adoptan métodos sostenibles, como el uso de artes selectivos o el cierre de áreas sensibles. Estas prácticas contarán con financiación del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura.

“La sostenibilidad de las poblaciones marinas y la viabilidad económica del sector fueron equilibradas”, destacó la presidencia húngara del Consejo de la UE.

Cambio climático y el futuro de la pesca

Este histórico acuerdo subraya los desafíos del cambio climático para el sector. El calentamiento de los océanos y la alteración de las especies obligan a replantear la gestión pesquera. Según el experto Myron Peck, será crucial diversificar especies y proteger ecosistemas vulnerables para garantizar la sostenibilidad y el futuro de las comunidades costeras.

Este pacto representa un avance significativo en la transición hacia una pesca más sostenible en Europa.

Visión Marítima