La madera plástica da nueva vida a los residuos y potencia negocios en Uruguay

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Las empresas Abbaplast, Uruplac y Cuchilla del Ombú colocan todos sus productos, mientras la argentina 4E Maderas Plásticas, que se instaló este año, espera la habilitación del Ministerio de Ambiente. «Tenemos lista de espera en las ventas, todo lo que hago está vendido, no tengo stock. Si consiguiera más residuos podría trabajar y facturar más de las cinco toneladas que hacemos hoy», aseguró Homero Ferreira, fundador y director de la empresa Cuchilla del Ombú. Lumber Andrada, fundador y director de Uruplac asegura: «históricamente teníamos más capacidad de fabricación que ventas, pero hace tres años vendo toda mi producción de 40 toneladas por mes y ahora nos estamos mudando a Pando, al Polo de Economía Circular para llegar a 120 toneladas. Hoy la empresa es rentable». Ambas compañías se dedican a generar madera plástica, un producto elaborado en base a residuos reciclados, principalmente plásticos de un solo uso.

Y no son las únicas.

Abbaplast, creada en 2002 (como continuación de otra empresa) por Diego Soler, se dedica a este producto desde 2007 y sintió el crecimiento en 2018. «Hubo una evolución cuando incorporamos nueva tecnología para hacer más kilos. Ahí empezamos a crecer y la pandemia trajo algo positivo al generar mayor conciencia por el cuidado del planeta. Eso favorecerá nuestra industria», opinó Soler. Su empresa procesa cerca de 200 toneladas de residuos por mes, de los cuáles el 50% se destina a madera plástica, principalmente en la producción de tablas y postes para el sector agrícola. «Hay espacio para seguir creciendo porque subió la demanda de las empresas ante la necesidad de tener que aumentar su reciclado», indicó.

Margen para crecer

Parte de la buena expectativa llega tras resoluciones del Ministerio de Ambiente de 2021 en el marco de medidas para los plásticos de un solo uso y dentro de las leyes de Gestión Integral de Residuos y de Envases. Entre otros objetivos, se fijaron mínimos de recuperación y valorización de envases posconsumo no retornables. En concreto, el ministerio estableció que para fines de 2023 se deberá alcanzar un porcentaje de valorización mínimo de 30% en peso de todos los materiales, «sin que ninguno pueda valorizarse en un porcentaje menor a 20%. Según datos publicados por la cartera de Ambiente, a 2019, a nivel nacional se consumieron además de los envases primarios y bolsas plásticas, 14.654 toneladas de otros plásticos de un solo uso. Detrás de ese objetivo va la empresa argentina 4E Maderas Plásticas, que en mayo inauguró una planta en Montevideo con capacidad de procesar 180 toneladas por mes. «El ministerio puso como meta un 30% para el año que viene, hoy Uruguay recicla el 4%. Hay para crecer», destacó Daniel Hartman, su creador. El objetivo es cerrar el año con 30% de la capacidad, afirmó, pero aclaró que aún espera el permiso para producir. «Creo que este mes estará listo, por ahora estamos pagando cargas sociales ya que contratamos personal», alertó Hartmann.

A pesar de esta situación, el empresario tiene una perspectiva positiva sobre el negocio. «Estuvimos testeando algo con la Intendencia (de Montevideo), privados, colegios y hay buena recepción. La idea es salir con composteras industriales, puntos limpios, pallets, pérgolas, entre otros productos», detalló. Mientras tanto, ya puso en marcha su proyecto Botella de Amor con el cual las personas reciclan el plástico y lo acercan a un lugar de acopio. «En Argentina más del 50% de lo recolectado viene de la comunidad», puntualizó.

Por su lado, Cuchilla del Ombú genera postes y piques para el sector rural, y algo de carpintería con muebles en plástico y comederos de autoconsumo. Ferreira comentó que hoy procesa todos los residuos que se recolectan del vertedero de Tacuarembó, pero busca crecer. «Me gustaría conseguir más material. No puedo traer de Rivera porque se encarece. Ahora estoy tramitando un permiso para procesar productos de agroquímico», dijo. Uruplac obtiene la materia prima de tres orígenes, empresas que necesitan que sus residuos no vayan a vertederos, cooperativas sociales y firmas de gestión de residuos. Su negocio se centra un 70% en chapas y 30% en otros productos como mobiliario. «El mayor negocio son techos para ganado. Uruguay importa 14.000 placas para este uso y nosotros producimos 3.000. El aumento es en base a la recomendación, falta que la gente se anime más», señaló Andrada.

Soler también cree que hay espacio para crecer. «Antes pagaba por los residuos, ahora nos pagan por hacernos cargo, un servicio para empresas que crece. Pero en general la demanda está fuerte. Nuestro negocio principal son piques y postes para el agro pero hicimos lomos de burro, topes de parking para el Ecoparque Talice, ciclovías para la Intendencia de Montevideo, baldosas, composteras para la Intendencia de Durazno», enumeró. Para seguir creciendo, los empresarios coinciden en que es necesario aplicar medidas que promuevan el uso de estos productos, a la vez de mejorar y bajar los costos de la recolección y clasificación de residuos. Porque la madera plástica, además de ser más duradera que la natural, tiene un triple impacto: ambiental, social y económico, cerró Andrada.

Abbaplast

De vender plásticos en una empresa a tener la propia. Así es la historia de Diego Soler, fundador de Abbaplast, firma creada en 2002 pero que en realidad es la continuación de Wenco Uruguay, filial de la compañía chilena. Tras fabricar varios productos con plástico reciclado, en 2007 sumó la madera con la que genera tablas y postes para alambrados y pallets. Tiene una capacidad de 200.000 toneladas por mes.

Uruplac

La empresa fue creada en 2012 por Lumber Andrada, ante la necesidad de apostar a un sector de residuos «en donde casi nadie reciclaba», recordó. Se dedica a hacer placas lisas y chapas onduladas de madera de plástica que se orientan al agro, principalmente en techos, paredes y otros productos. «El negocio explotó hace cuatro años con la creciente preocupación ante el cambio climático», indicó su director.

Cuchilla del Ombú

Homero Ferreira tiene 22 años en la industria del reciclado y la fabricación de plástico. De estos, los últimos cuatro los dedicó exclusivamente al rubro de la madera plástica. Para esto, se especializó en Colombia y ahora su empresa está ubicada en Cuchilla del Ombú, departamento de Tacuarembó, en la zona rural del departamento, y se enfoca en producir especialmente piques y postes para el sector agroindustrial.

4E Maderas Plásticas

En mayo de este año desembarcó la empresa argentina, creada en 2018 por el argentino Daniel Hartman. Fundada en Quilmes, ya ha reciclado en el país vecino cerca de 2.300 toneladas de plástico, y este año invirtió US$ 800.000 para abrir en Montevideo. La planta en Uruguay tiene 2.000 metros cuadrados, y está ubicada en el barrio Peñarol en un predio de 2,5 hectáreas.  https://www.elpais.com.uy/

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