La Armada Uruguaya ha resulto desafectar diversas embarcaciones de diferente tipo y clase. La decisión se toma en un contexto de agitación interna, que se viene arrastrando en los últimos meses y que ahora se acentúa tras salir a luz, hace pocas horas, más casos de posibles malversaciones. El Director General de Material Naval de la Armada Uruguaya, Contralmirante Otto Gossweiler, que desde mayo viene cuestionando determinados aspectos de las cuentas de la Institución, ha denunciado ahora pagos indebidos durante décadas de gastos mensuales a entidades marítimas privadas, provenientes éstos de fondos presupuestales de la Armada, y ha desautorizado la continuidad de los mismos, resultando en el cierre temporal de alguna de estas organizaciones controvertidamente subsidiadas. En medio de ese clima la Armada Uruguaya ha tomado la decisión de dar de baja varios de los navíos de su flota. La unidad más importante por su tonelaje es la fragata ROU 01 «Uruguay» (ex “Joao Belo”), adquirida, junto con la ya desafectada ROU 02 “Comandante Pedro Campbell”, en abril de 2008 a Portugal por unos 20 millones de dólares, en una polémica y técnicamente desaconsejada gestión durante el gobierno de Tabaré Vázquez, no registrando nunca una utilización profusa. Asimismo, se desprogramará el ROU 22 “Oyarvide”, ex A-1457 “Helgoland” en la Marina Alemana, embanderado en 1998, un buque oceanográfico de trayectoria nacional, internacional y antártica, con el que se han relevado el río Uruguay, el río de la Plata y el Océano Atlántico, tras lo cual se han confeccionado cartas náuticas modernas y precisas de la región. Por otra parte se desafectarían los patrulleros costeros ROU 10 «Colonia» y ROU 12 «Paysandú»-ambos de la década de los 60, Clase Cape, ante la llegada de las próximas tres unidades de la Clase Protector. También se van a sacar del servicio algunos ejemplares- de un lote de 9 originales- de las lanchas Clase 44, arribadas entre 1998 y 1999 de los stocks de la USCG y también construidas en la década de los 60 en Maryland, las cuales, prácticamente desde 2015, no han sido sometidas a un proceso de mantenimiento mayor. (Javier Bonilla) https://www.defensa.com/