La Armada Nacional y la soberanía.

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Por C/N (R) Yamandú E. Flangini

Evocación

Por iniciativa, gestión, negociación y redacción, de la Armada, se logró resolver las indefiniciones de soberanía, que se mantenían por casi 150 años, con la República Argentina, en los ríos y océano que somos limítrofes. Se llegó acuerdo en el Río de la Plata y Su Frente Marítimo,(19.11.73) el Estatuto del Río Uruguay cumpliendo con el Tratado de Límites del 7 de abril de 1961. (1974). Con el apoyo del SHOMA, se demarcó en el terreno lo establecido en los textos de los Tratados, de las obras Represa de Salto Grande y los puentes sobre el Río Uruguay.(1968/69)

Se determinaron los límites Laterales con Argentina y Brasil.

Representantes de la Armada, formaron parte de las Delegaciones a las Conferencias de NN.UU. de los Fondos Marinos 1969/73 y III Sobre el Derecho del Mar. 1974/1982. Oficiales de la Armada, redactaron el Decreto de Mar Territorial de 200 millas (1969) confeccionaron la Carta Oficial de Límites del Río de la Plata, la del Frente Marítimo y la del Río Uruguay.

Determinaron la extensión de la Plataforma Continental, como lo indica la Convemar.

Por iniciativa de integrantes de la Armada, se creó la Dirección Nacional de Intereses Marítimos, Fluviales y Lacustres (DIMAF) (1977/1997). De esta Dirección pasaron a depender las Comisiones Administradoras de los Ríos de la Plata y Uruguay, las Comisiones de las Obras en el Río Uruguay incluida la de Salto Grande y las Demarcadoras de Límites, bajo una única directiva emanada del Poder Ejecutivo.

Participaron representantes de la Armada, en la instalación y desarrollo inicial de todas estas Comisiones.

Las Delegaciones en las Comisiones, se integraban con expertos de los Ministerios, cuyas competencias, tenían directa vinculación con los cometidos asignados a las mismas.

Los Delegados no recibían ninguna compensación sobre sus salarios naturales de funcionarios públicos, salvo el pago de viáticos en caso de trasladarse a otra localidad. El monto de esos viáticos estaba fijado por la escala de NN.UU. para el personal internacional en misión fuera de su territorio nacional y por el MTOP dentro del país.

En la década de 1990, por iniciativa proveniente del sector político, se cambió el origen de la designación de Delegados, por nombramientos de políticos partidarios, los que recibirían remuneraciones en moneda extranjera, como compensación de sus servicios.

La DIMAF, con funciones de control y directivas, no era apropiada para la actividad y presencia de políticos designados como Delegados.

A los nombrados delegados políticos no se exigía, tener conocimientos ni experiencias previas de las materias establecidas como cometidos, de las Comisiones

Solo adhesión política partidaria.

Por una reforma del MRREE en 1997, se eliminó junto a dos consulados de poca monta la DIMAF, disimulando el motivo real que era quitarla del medio. La Comisiones, dejaron de depender de una Dirección que cumplía con una única directiva emanada del Poder Ejecutivo, quedando a criterios de políticos de turno nombrados Delegados. Estos fijaban sus remuneraciones personales, y nombraban funcionarios. En los años siguientes, cada vez más, las Comisiones fueron refugios privilegiados con manejo discrecional de recursos Para ello se tomaron recursos de las recaudaciones de peajes de los puentes, y Canal Martin García.

La deformación de funcionamiento, hizo que no se mantuviera la finalidad de la creación de las comisiones.

El desconocimiento de lo establecido en los documentos internacionales, de informar sus actividades por lo menos una vez al año, ha llevado al concepto de independencia de las Delegaciones de su directa y exclusiva autoridad, como si se tratara de un organismo supra nacional.

Por tanto, no se conoce el destino de los fondos, administrados directamente por las Comisiones, los nombramientos de funcionarios, viajes efectuados, etc.

Una invocación a la inmunidad diplomática, mal entendida, impide toda información,

El Canciller, anunció que no habrá auditorías. No ha anunciado modificaciones a estos procederes.

A todo esto, la representación de la Armada desapareció de todas las Comisiones.

Quien tomó todas las iniciativas para que se custodiara la Soberanía nacional, creó los mecanismos, los puso en funcionamiento, hoy carece de toda participación. A lo sumo, es convocada como asesora, dando su apoyo para traslados en unidades flotantes al servicio de quienes ni saben para que están.

Doloroso, frustrante e indignante.

La demarcación del Río Uruguay, asignada al SHOMA, es ocupada hoy por funcionarios no técnico profesionales, que se asisten con apoyo en el Servicio Geográfico Militar,

El SHOMA, cuyas competencias las enumera la Ley correspondiente, solo participa a demanda, al igual que el Servicio de Balizamiento.

Las tareas de hidrografía, se toman como competencias de las Comisiones con funcionarios contratados por ellas. Todo lo que con singular beneficio para la Soberanía Nacional, creó, desarrolló, mantuvo, la Armada, su participación desaparece tras nombramientos políticos sin votos, premiados con cargos privilegiados, creando con ello además, el albergue para partidarios servidores, con solo el reconocimiento de su actividad política.

La intelectualidad de la profesión, queda herida, desvalorizada, desplazada.

Los distintivos y medallas en los uniformes, que se lucen hoy, no parecen tener un valor cierto, solo decorativo. En lo político, se está ante un proceso que no cumple con las prometidas designaciones a expertos, profesionales, para cargos públicos de confianza. No se promueven, se descartan auditorías, o sea se mantendrá el mismo perro, quizás ni se le cambiará el collar.

Ahora como remate de este panorama, se ha promocionado desde el Ministerio de Defensa, la idea de vender la Sede de la Escuela Naval, que además ocupan otras entidades de enseñanza profesional, como la Escuela de Guerra Naval, la de Marina Mercante, el preparatorio (liceo Naval), los cursos de OMI.

Será la forma de terminar de reducir la Armada a una mínima expresión, ignorar la intelectualidad de sus integrantes, asignándole a lo sumo, con una función policial de lanchas patrulleras.

Mi tiempo de actividad ya fue, pero por mi apego a mi profesión, a lo que recibí de ella, al recuerdo y al respeto que guardo de mis mayores, me conmueve, sin criticar, ni denostar, a expresar mis sentimientos, en la esperanza que a quienes hoy corresponda, desde fuera y dentro de la Armada, no permitan la continuidad de este proceder y cambien el rumbo, evitando ir hacia un destino incierto, de la Armada y del país.

YEF

Nota: Promotor, negociador, redactor del tratado del Río de la Plata y del Estatuto del Río Uruguay. Delegado Jefe demarcador del Río Uruguay, y sus obras. Demarcador del Rio de la Plata y límite lateral con Argentina y Brasil

1 COMENTARIO

  1. Me parece correcta la mudanza y venta, debido a que una Escuela Naval sin puerto y barcos como existe en todo el mundo NO tiene sentido, es más, la Escuela Naval debería estar en el Cerro donde se encuentran la Escuela de Especialidades de la Armada, el FUSNA y a pocos kilómetros PREFECTURA, aparte de que ahí mismo estuviese toda la flota naval, sin contar de que ahí predio es lo que sobra, más que nada porque utilizan de depósito las antiguas instalaciones del Frigorífico SWIFT.
    Actualmente es inviable construir en Uruguay la flota naval, no solo por los elevados costos de producción que el país tiene, sino que también por la urgencia de hacerse de dicha flota aunque sea con pocas horas de vida y que de a poco se fuesen actualizando en los astilleros de la Armada.
    Debemos avanzar como NACIÓN, más que nada porque estamos muy atrasados en leyes, cultura, tecnología y economía.

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