Una intensa tormenta durante la madrugada de este domingo transformó la zona de Playa Brava en José Ignacio en un improvisado lago, inundando calles y accesos peatonales y despertando la alarma de los vecinos.
“Vimos cómo bajaba como un río desde arriba, arrastrando arena y ramas”, relató una vecina que capturó el momento con su celular. Según los residentes, el agua descendió desde las zonas altas del balneario, formando un caudal imparable que afectó viviendas y comercios de la zona. La avenida Los Cisnes, principal conexión entre la parte alta del pueblo y la playa, habría contribuido al problema: su pronunciada pendiente y la falta de sistemas de drenaje adecuados facilitaron que el agua se precipitara hacia la costa. Algunos vecinos denunciaron que el diseño es deficiente y que la firma responsable debería asumir responsabilidades.
Con la llegada del sol, los residentes comenzaron a limpiar y secar sus propiedades, mientras las autoridades recomendaron precaución y evitar transitar por las zonas bajas hasta nuevo aviso. El reconocido parador La Huella también expresó su malestar en redes sociales, criticando la falta de planificación en obras anteriores y la falta de respuesta ante emergencias.
Este episodio deja en evidencia la vulnerabilidad del balneario frente a lluvias intensas, y plantea la necesidad de medidas de infraestructura y prevención que protejan a vecinos, visitantes y comercios frente a eventos climáticos extremos.
Visión Marítima











