El agua, recurso vital para la vida, la agricultura y la ganadería, se vuelve cada vez más escasa a nivel global. Ante esta realidad, Israel se ha convertido en un referente mundial gracias a su avanzada gestión hídrica, sustentada en la desalinización del agua de mar y el reciclaje masivo de aguas residuales. Con más del 60% de su territorio árido, este país ha enfrentado desde su fundación en 1948 una severa escasez de agua. Su respuesta ha sido innovadora: actualmente, más del 70% del agua potable consumida en Israel proviene de cinco grandes plantas de desalinización ubicadas en Ashkelon, Hadera, Sorek, Palmachim y Ashdod. Además, reciclan alrededor del 85% de sus aguas residuales, una cifra que supera ampliamente a países con tradiciones en la gestión hídrica como España. La desalinización consiste en eliminar la sal y minerales disueltos del agua de mar o salobre para hacerla potable y apta para la agricultura o la industria. Esta tecnología, combinada con un modelo de gestión hídrica circular que incluye reutilización y riego por goteo, ha convertido a Israel en exportador de agua a países vecinos y en un referente mundial.
La tecnología que se expande globalmente
La escasez de agua en regiones como Oriente Medio ha impulsado el desarrollo y la expansión de plantas desalinizadoras en más de 150 países, desde Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, hasta España, Grecia, China e India. Esta tecnología permite no solo garantizar el abastecimiento, sino también mejorar la sostenibilidad de sectores productivos vitales.
¿Un modelo viable para Uruguay?
Uruguay, con su perfil hídrico abundante en comparación, no enfrenta hoy una crisis similar. Sin embargo, el avance del cambio climático, la presión sobre recursos y la creciente demanda en agricultura y ganadería hacen que la desalinización pueda convertirse en una herramienta estratégica a futuro. Aunque el costo energético y económico es elevado, la experiencia israelí demuestra que, con voluntad política y desarrollo tecnológico, es posible transformar el agua de mar en un recurso sostenible para la producción agrícola y el consumo urbano.
Visión Marítima