Coronavirus: ¿un nuevo gran golpe contra el transporte marítimo?

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Crisis comienza a dar señales similares a la de 2008 y efectos se expanden de China al mundo. El COVID -19 (coronavirus) fue declarado como Pandemia por la Organización Mundial de la Salud y sus efectos podrían implicar la contracción de un 10% en los volúmenes de movilización de contenedores. Esto es, la pérdida potencial para las líneas navieras de 17 millones de TEUs y de 80 millones de TEUs para los terminales. Por ello, para Lars Jensen, analista experto en la industria del transporte contenerizado, se deben contemplar las posibles ramificaciones para el sector en una situación sin precedente y aún con muchas incógnitas. Sin embargo, hay un parámetro claro que ahora se está volviendo más plausible: la crisis financiera en 2008. De acuerdo a Jensen, en 2008 los volúmenes mundiales de contenedores movilizados se contrajeron un 10% debido a la baja del consumo y la brusca contracción de las actividades de las empresas afectadas por la crisis de liquidez. Ambos fenómenos, de acuerdo al analista, estarían ahora a punto de reproducirse, ya que un número cada vez mayor de países están cerrando partes considerables de sus actividades públicas y privadas, lo que hace que la gente se quede en casa donde gasta menos dinero y, a su vez, generando a las empresas un problema de liquidez, y con ello declive de la economía global, con las consecuencias obvias para el transporte marítimo. La UNTACD, en una serie de análisis publicados el 12 de marzo, observa algunas señales que indican que las estimaciones de Jensen no irían por un camino errado. Prueba de ello es que las recaladas de portacontenedores a puertos chinos, medidas tanto en el número de buques que tenían previsto arribar, así como la capacidad medida en TEUs de la suma de estos arribos, se hundieron a fines de enero y principios de febrero. Al mismo tiempo, la proporción de las recaladas suprimidas en los puertos (es decir, las escalas programadas de buques que no se concretan) ha aumentado bruscamente hasta los niveles que se observan habitualmente a finales de febrero y principios de marzo. Pero lo que es más significativo, la disminución de las recaladas en los puertos se está produciendo en todo el mundo, no sólo en China. Las líneas navieras han estado reduciendo la capacidad programada desde aproximadamente agosto de 2018 en la mayoría de las rutas comerciales, ya que los conflictos comerciales frenaron la demanda mundial de capacidad. En la segunda quincena de enero y a principios de febrero, esta caída se aceleró considerablemente, en gran parte acicateada por el rol central de China en el origen de la movilización de los bienes, los que simplemente no fueron suministrados. La ralentización de la fabricación en China debido al brote de coronavirus (COVID-19) está perturbando el comercio mundial y podría dar lugar a una disminución de US$50.000 millones en exportaciones a través de las cadenas de valor mundiales, según las estimaciones publicadas por la UNCTAD el 4 de marzo. En febrero, el índice de gestión de compras del sector manufacturero del país (PMI) -un índice crítico de producción- cayó unos 22 puntos hasta 37,5, la lectura más baja desde 2004. Esta caída de la producción implica una reducción del 2% de las exportaciones sobre una base anual.

Sector petrolero

Además, China también desempeña un papel crucial en el comercio mundial de productos petroleros, como una importante fuente de demanda de petróleo crudo y de oferta de productos refinados. El flujo de petróleo crudo, como era de esperar, no parece actualmente afectado. Sin embargo, empiezan a aparecer signos de tensión en el sector descendente de la cadena de valor del petróleo. Este último es el caso del combustible para aviones que surge como el primer producto petrolero que muestra signos de una desaceleración tras el brote de coronavirus. Desde principios de año, el combustible de aviación en tránsito ha disminuido en un 2% con respecto al mismo período de 2019. Medido desde el 10 de enero de 2020, cuando la epidemia comenzó a ser más conocida, la caída ha sido del 5%. Otro indicador es la cantidad de bienes a bordo de los buques que están inactivos, es el denominado «almacenamiento flotante». Utilizando este indicador, se observa que la cantidad de combustible a bordo de buques que están inactivos y no se mueven, se ha disparado. Por otro lado, los datos sobre la cantidad de importaciones de petróleo crudo y el petróleo crudo almacenado en tierra en China revelan una importante desaceleración de la actividad de refinado, especialmente en el norte del país, donde se concentran las refinerías independientes, dando cuenta de la baja demanda, producida por la baja en el dinamismo económico, acentuado por el coronavirus. https://www.mundomaritimo.cl/

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