Una escena pocas veces vista sorprendió a los uruguayos en la noche del lunes 2 de junio: una aurora austral, también conocida como luces del sur, fue visible desde distintas zonas del país, incluyendo Montevideo y Punta del Diablo. El evento, confirmado por la agencia meteorológica Metsul, fue provocado por una intensa tormenta solar que afectó la atmósfera terrestre en los últimos días. Las auroras australes son fenómenos luminosos que normalmente solo pueden observarse cerca del círculo polar antártico. Sin embargo, esta vez la actividad solar fue tan fuerte que las luces, típicamente verdes y ondulantes, alcanzaron latitudes inusuales, permitiendo que también fueran vistas desde el sur de Argentina, Chile y —de forma extraordinaria— Uruguay.

Una noche inolvidable bajo luces danzantes

La aparición de la aurora fue favorecida por las condiciones atmosféricas del invierno austral, con noches largas y cielos despejados que crearon el escenario ideal para el espectáculo. Vecinos del litoral y zonas costeras del país compartieron imágenes y videos en redes sociales, sorprendidos por la belleza del fenómeno. En simultáneo, investigadores como Gisela Pizarro y Cristian Núñez, desde la Base Belgrano en la Antártida, captaron imágenes impresionantes que fueron difundidas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Argentina, ampliando el alcance del fenómeno y su difusión.

¿Por qué ocurrió?

Las auroras son el resultado del choque entre partículas solares y el campo magnético de la Tierra. Cuanto mayor es la actividad solar, más intensas y visibles se vuelven. En este caso, la tormenta solar fue tan potente que desplazó el “anillo” de visibilidad de las auroras hacia el norte, haciendo que regiones no polares también pudieran disfrutar del fenómeno. Actualmente estamos transitando una fase de máximo solar, que ocurre aproximadamente cada 11 años y que incrementa la frecuencia de estos fenómenos luminosos.

Un regalo del cielo

Aunque breve y fugaz, la aparición de la aurora austral en los cielos de Uruguay quedará registrada como uno de esos fenómenos naturales que dejan huella. Un recordatorio de que, incluso en nuestro rincón del planeta, el universo a veces decide regalar momentos de pura maravilla. (Imagen de: Punta del Diablo)

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