La forma en que se organiza el comercio mundial está cambiando rápidamente. Factores como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, los efectos de la pandemia y los cambios geopolíticos han obligado a las empresas y países a repensar sus cadenas de suministro. En este nuevo contexto, tres conceptos clave marcan el rumbo de la logística global: reshoring, nearshoring y friendshoring.
¿Qué significan estos términos?
Reshoring (repatriación industrial): consiste en traer de regreso la producción a su país de origen.
Nearshoring (deslocalización cercana): implica trasladar la producción a países vecinos o cercanos.
Friendshoring (producción entre aliados): busca mover la fabricación a países aliados o con relaciones políticas estables.
Estas estrategias buscan reducir riesgos en tiempos de incertidumbre, asegurar el abastecimiento y evitar interrupciones por conflictos o aranceles.
Un nuevo orden en la logística mundial
Las medidas arancelarias impulsadas durante la administración de Donald Trump, especialmente contra productos chinos, generaron un fuerte impacto en las rutas marítimas, los puertos y las alianzas comerciales. Las empresas navieras enfrentan cambios constantes que dificultan la planificación, y muchas rutas han sido canceladas o modificadas. Sin embargo, algunos avances diplomáticos recientes, como las negociaciones entre Estados Unidos, China y el Reino Unido, buscan reducir los aranceles y estabilizar los mercados. Esta posible tregua ha sido bien recibida por los mercados financieros y ha generado optimismo en el comercio global.
Cómo se aplica cada estrategia
Reshoring: traer la industria de vuelta
Muchos países han decidido reducir su dependencia de la producción extranjera, especialmente tras la pandemia. Esto ha provocado un regreso parcial de industrias desde Asia hacia sus países de origen, como Estados Unidos o Europa. La producción se concentra nuevamente cerca del consumo, lo que favorece a puertos como los de España, Italia y el norte de África. Empresas como Samsung o LG incluso evalúan trasladar parte de sus operaciones de México a Estados Unidos, buscando mayor control y seguridad en su logística.
Nearshoring: producir más cerca
China ha adoptado esta estrategia intensificando el comercio con países del sudeste asiático y la Unión Europea. Aunque sus exportaciones hacia EE. UU. han caído, han aumentado a otras regiones. Al mismo tiempo, China intenta reducir su dependencia del dólar, vendiendo deuda estadounidense y acumulando reservas en oro.

Friendshoring: alianzas estratégicas
En un mundo donde los conflictos comerciales pueden cambiar de un día para otro, muchas empresas prefieren trasladar su producción a países aliados, donde hay más previsibilidad. Esta tendencia ha beneficiado a países de África y América Latina. Por ejemplo:
En África, puertos como Tánger Med (Marruecos), Lomé (Togo) y Abiyán (Costa de Marfil) están captando nuevos flujos comerciales.
En Centroamérica, destacan Costa Rica, Guatemala y El Salvador, este último con fuertes lazos con EE. UU.
En Sudamérica, China apuesta por el puerto de Chancay en Perú, con la idea de conectarlo por tren con el puerto de Santos (Brasil), creando un corredor bioceánico que evitaría el Canal de Panamá.
Europa también se adapta
Frente a la nueva postura proteccionista de EE. UU., la Unión Europea busca diversificar sus alianzas y estudia acuerdos con el bloque CPTPP, que incluye a países como Japón, México, Vietnam, Australia y Chile, entre otros. Esta posible asociación comercial apunta a asegurar cadenas de suministro más estables y menos dependientes de grandes potencias.
Un comercio global más fragmentado
La logística ya no se define solo por criterios económicos. La geopolítica se ha vuelto un factor central. Las empresas y gobiernos deben adaptarse a un comercio internacional más fragmentado, que exige:
Resiliencia: para enfrentar imprevistos.
Alianzas estratégicas: para asegurar el suministro.
Flexibilidad operativa: para ajustarse rápidamente a los cambios.
El mundo del comercio está cambiando, y quienes no se adapten corren el riesgo de quedarse atrás. (Foto: El Correo de Lima)
Visión Marítima