El 15 de agosto fecha que nos hace recordar aquel invierno de 1944 cuando luego de años de acumulación de conocimientos teóricos, y gracias a la incorporación de aviones-escuela, por primera vez pilotos formados en la Escuela de Aviación Naval surcaron el cielo. Haciendo inevitable a partir de ese día, el desarrollo de la organización de la enseñanza aeronaval.
Desde entonces y año a año, este centro académico de formación navalmilitar, con un perfil técnico profesional, se ha encargado de la capacitación del Personal Superior y Subalterno en el área Aeronaval, otorgando los títulos de Aviador Naval, Especialista Aeronáutico, y técnico en Mantenimiento u Operaciones, respectivamente.
Una vez egresados, se brindan cursos de Instructores de Vuelo, así como otros de seguridad y operaciones aeronavales para personal de otras unidades y comandos de la Armada, principalmente de las unidades de superficie que operan con los componentes aéreos de la Aviación Naval.
Sabemos que el verdadero espíritu de una institución reside en su gente y fundamentalmente en su centro de formación. Lugar donde se acumula el conocimiento y la experiencia, la cual se transfiere a las nuevas generaciones formando continuamente recursos humanos de alta calidad. Este último año trascurrido nos deja una nueva lección aprendida, demostrando que, pese a las dificultades planteadas, ESANA 2020 demostró firmemente su capacidad para superar los distintos reveses presentados. Logrando dictar los cursos correspondientes, durante la pandemia que se ha padecido a nivel global. Esto fue posible gracias a la dedicación y compromiso de cada uno de los integrantes que forman parte de esta gran Institución. Fuente REPAR
