PROYECTO DE MISTICAR: DE CAÑADA A MARINA

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Por Daniel Roselli  La “adecuación de una cañada y puerto deportivo” autorizada por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), a la construcción de una marina socavando enormes dunas, es toda la controversia de una obra que está llevando adelante Federico Bonomi (Misticar S.A.) en la playa exclusiva que tiene sobre el Río de la Plata. Cuando estos campos eran propiedad del argentino Juan Antonio Revuelto existían sólo las dunas con canaletas por donde el agua transitaba hasta llegar al Río de la Plata. Sin embargo, con la aparición de Federico Bonomi, su empresa Misticar S.A. y su proyecto inmobiliario, ha cambiado para siempre la fisonomía del lugar. Mientras en el este uruguayo se pone mucho celo en el cuidado de los recursos naturales, como puede ser una duna de Piriápolis afectada por una discoteca o el puente flotante en la Laguna Garzón, en el litoral y sur del Uruguay, el mundo es otro.  Con la llegada de empresarios argentinos que desarrollan proyectos inmobiliarios (como Eduardo Pacha Cantón o Federico Bonomi), con el trillado argumento de que generan puestos de trabajo e inversión, se les permite violar leyes o reglamentaciones, se les otorgan exoneraciones que ningún uruguayo medio lograría y crean un círculo vicioso de amiguismo y corrupción con gobernantes de turno. La marina que está construyendo Bonomi es historia repetida. Estos empresarios generan proyectos de los que solo cuentan una parte, y así engañan (o no) a autoridades. Éstas, luego, ante denuncias (como las de EL ECO en reiteradas oportunidades) inspeccionan y multan a los empresarios, pero la irregularidad se mantiene. Es la política del hecho consumado. Otro problema es la explotación de los trabajadores. Porque a pesar de que generan puestos de trabajo, los representantes del sindicato de la construcción (Sunca) no pueden entrar a estos paraísos de agua dulce, donde también explotan a trabajadores inmigrantes que ingresan al país irregularmente. Y cuando se trata del medio ambiente, lo que predomina es su proyecto de arquitectura o inmobiliario: cambian cursos de agua, crean lagos artificiales, voltean montes nativos o derriban enormes dunas de arena. Todo sea por el negocio. Como lo hizo en este caso Misticar S.A.

AUTORIZACIÓN DE DINAMA

En la autorización ambiental previa que la Dinama otorgó a Misticar S.A., propiedad de Federico Bonomi, la empresa puede realizar una obra para “adecuar una cañada” y construir luego un “puerto deportivo”.

Nada más alejado de la realidad.

Junto al Río de la Plata, con máquinas retroexcavadoras, Misticar S.A. está construyendo un gran pozo en el que seguramente en el futuro realizará una marina para yates, para huéspedes del hotel que está en el Club de Campo Médanos de Punta Gorda, que desde las altas dunas de arena domina el Río de la Plata. De acuerdo al pedido de informes que realizó el edil departamental Hébert Márquez (FA), la Dinama, con la firma del ministro (interino) de Vivienda y Medio Ambiente, Jorge Ruck, concedió una Autorización Ambiental Previa con fecha 6 de setiembre de 2016 a la empresa Misticar S.A., para “su proyecto de adecuación de cañada y puerto deportivo, ubicado en el padrón N.º 5079 de la localidad catastral de Nueva Palmira…” En el siguiente punto se lee que la División de Evaluación de Impacto Ambiental realizó “una solicitud de información complementaria, la que fue evacuada por la interesada” (la propia empresa Misticar S.A.) y luego de ello la Dinama resolvió darle la categoría A, porque las “actividades, construcciones u obras” , “sólo presentarían impactos ambientales negativos no significativos…” Finalmente la Dinama, con fecha de 20 de octubre de 2016, concede “Autorización Ambiental Previa a Misticar S.A. para su proyecto de adecuación de cañada y puerto deportivo, ubicado en el padrón 5079 de la localidad catastral de Nueva Palmira, departamento de Colonia”.

En la Intendencia

Además de la injerencia de la Dinama, y la autorización que dio esta dirección, para que Misticar realizara la obra también necesita la autorización de la Intendencia de Colonia. Sin embargo, y de acuerdo a lo informado a EL ECO el pasado jueves cuando se cerró esta edición, esta autorización no había sido dispuesta, lo que significa que todo el movimiento de arena que ha realizado Misticar no tendría que haber sucedido. Un perla más de este collar que transforma una cañada en marina. www.elecodigital.com.uy

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